Filipenses 4:8-9
“Y ahora, amados hermanos, una cosa más para terminar. Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza. No dejen de poner en práctica todo lo que aprendieron y recibieron de mí, todo lo que oyeron de mis labios y vieron que hice. Entonces el Dios de paz estará con ustedes”.
Lo que dejamos entrar en nuestras mentes determina lo que expresamos con las palabras y acciones. El apóstol Pablo nos dice que llenemos nuestras mentes con pensamientos verdaderos, honesto, justos, puros, amables, de buen nombre, virtud, dignidad y alabanza. ¿Tiene problema con pensamientos impuros y sueños ilusorios? Examine lo que esté dejando entrar en su mente a través de las redes sociales, la televisión, los libros, las conversaciones, las películas, los periódicos y las revistas. Reemplace los materiales dañinos con materiales útiles. Sobre todo, lea la Palabra de Dios y ore. Pídale a El que le ayude a concentrarse en lo que es bueno y puro. Requiere práctica, pero puede lograrse.
No es suficiente escuchar o leer la Palabra de Dios, ni incluso conocerla bien. Debemos también ponerla en práctica. Qué fácil es escuchar un sermón y olvidarnos de lo que dijo el predicador. Qué fácil es leer la Biblia y no pensar en cómo vivir de una manera diferente. Qué fácil es discutir lo que significa un pasaje y no vivir su significado. Exponernos a la Palabra de Dios no es suficiente. Ella nos debe conducir a la obediencia.
Existen ciento de frecuencias diferentes en los aires en estos momentos. Unas son buenas y otras son malas, nadie nos puede obligar a quedarnos sentados escuchando las que no nos gustan. No podemos quedarnos sentados soportándolas, sencillamente podemos cambiar de frecuencia presionando un botón. Este mismo principio aplica con nuestros pensamientos.
A lo largo del día nos llegan a nuestras mentes muchos pensamientos, algunos son negativos y desalentadores. No podemos quedarnos en esa frecuencia negativa, tenemos que cambiar de frecuencia y encontrar una mejor, una positiva.
Quedarnos en frecuencias negativas, con pensamientos que nos roban la energía, el gozo y la felicidad, no es bueno. Nos hacen perder todo lo bueno que Padre Celestial tiene para nosotros. Nos va a sorprender mucho lo mejor que nos sentiremos, si nos levantamos cada día con una la mentalidad positiva, en una frecuencia positiva. Llenemos nuestros pensamientos cada día con una declaración de fe. Digamos en voz alta; “Este será un gran día. Dios está dirigiendo mis pasos. Su favor y gracia me rodean como un escudo. Estoy feliz este día”.
Debemos prestar atención a lo que pensamos. Algunas personas han estado sintonizadas a la frecuencia de la preocupación durante mucho tiempo. Existen maneras de vivir mejor. Cuando lleguen esos pensamientos negativos, tenemos que tomar la decisión de no quedarnos con ellos. Cambiemos de frecuencia y demos gracias a Dios por cambiar las cosas a nuestro favor.
Es nuestra responsabilidad estar en una buena frecuencia, cambiemos de frecuencia. El carácter y la conducta empiezan en la mente. Nuestros actos se ven afectados por aquellas cosas a que damos cabida en nuestros pensamientos. El apóstol Pablo recomienda a sus lectores que se concentren en aquello que traerá consigo una vida digna y la paz de Dios. Amén.
Dios los guarde y los proteja siempre.
Un abrazo.
Pastor Kike Escobar (WMF)
Unidad Internacional de Oración (UIO)
Restoration Church UK
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