Confiando en Dios en todo momento
Daniel 3:16-18
“Sadrac, Mesac y Abednego respondieron a Nabucodonosor: ¡No hace falta que nos defendamos ante ti! Si se nos arroja al horno en llamas, el Dios al que servimos puede librarnos del horno y de tus manos. Pero aun si nuestro Dios no lo hace así, has de saber que no honraremos a tus dioses ni adoraremos tu estatua”.
¿Soy lo suficiente maduro para aceptar las respuestas de Dios cuando no son lo que estaba esperando? Dios es un Dios soberano, tiene el control de todo. No vamos a entender todo lo que sucede a veces.
La fe es confiar en Dios cuando la vida no tiene sentido. Siempre habrá preguntas sin responder. ¿Por qué murió ese ser querido? ¿Por qué esta enfermedad? ¿Por qué se acabó mi relación? ¿Por qué esta persona se fue? Algunas cosas no van a tener sentido preguntárnoslas. Dios no las habría permitido sino fuera a sacar algo bueno de ellas. Quizá no lo vea en este momento, sin embargo, Dios sabe lo que está haciendo. Tiene Sus mejores intereses en nuestros corazones. No es al azar. Es parte de Su plan. Atrevámonos a confiar en Él.
Dios puede observar en nosotros cosas que nosotros mismo no podemos ver. Su propósito para nuestras vidas es más grande que nuestro propio plan. Dios no nos lleva en línea recta, a Dios le gustan los giros, las vueltas, Dios no es de caminos cortos, Dios nos forma en el camino. Todo es parte de Su propósito, no podemos desanimarnos, Dios todavía está dirigiendo nuestros pasos. Confiemos en Él, incluso cuando sintamos que todo está yendo en la dirección equivocada.
Algunas veces queremos tanto que las cosas salgan como queremos, que perdemos la alegría, no podemos ser felices a menos que tengamos lo que queremos. El enemigo puede usar en nuestra contra cualquier cosa que queramos tener para ser felices. Es bueno ser sincero con Dios y contarle nuestros sueños. Es bueno pedirle a Dios con la suficiente madurez para decirle; “Dios, si nunca sucede lo que te pido, todavía voy a confiar en ti”.
Muchas veces queremos tanto algo que se convierte en un ídolo para nosotros. Es en todo lo que pensamos, es el todo de lo que oramos. Entreguémosle a Dios esta petición y luego dejémoslo todo en las Manos de Dios. No nos enfoquemos tanto en lo que queremos, que nos perdamos la belleza de este día. Quizá no todo este perfecto en nuestras vidas hoy. Posiblemente existan cosas que necesitan cambiar, sin embargo, Dios nos ha dado Su gracia para ser felices. Qué bueno poder decirle hoy con paz y confianza; “Dios, todo está en tus manos. Confiamos en ti de una forma incondicional, sea que salgan las cosas como queremos o no. Confiamos en ti incondicionalmente incluso cuando no entendemos lo que está sucediendo”.
Oremos; “Creo que Dios va a resolver la situación que estoy viviendo, pero incluso si no lo hace, voy a seguir estando feliz. Creo que voy a conseguir trabajo, creo que el milagro de sanidad va suceder, creo que la persona indicada para estar a mi lado viene en camino. Sin embargo, sino sucede, no me voy a amargar la vida. Sé que Dios tiene el control de todo, si no lo cambia, alguna razón tendrá. Mi vida está en tus Manos Señor, de tu Mano de Dios”.
Feliz día, Dios los guarde y los proteja siempre.
Un abrazo.
Pastor Kike Escobar (WMF)
Unión Internacional de Oración (UIO)
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