top of page
Buscar
Foto del escritorPs. Kike Escobar

Crónica de una muerte anunciada

1 Samuel 17:48-58


“En cuanto el filisteo avanzó para acercarse a David y enfrentarse con él, también este corrió rápidamente hacia la línea de batalla para hacerle frente. Metiendo la mano en su bolsa sacó una piedra, y con la honda se la lanzó al filisteo, hiriéndolo en la frente. Con la piedra incrustada entre ceja y ceja, el filisteo cayó de bruces al suelo.


Así fue como David triunfó sobre el filisteo: lo hirió de muerte con una honda y una piedra, y sin empuñar la espada. Luego corrió a donde estaba el filisteo, le quitó la espada y, desenvainándola, lo remató con ella y le cortó la cabeza. Cuando los filisteos vieron que su héroe había muerto, salieron corriendo. Entonces los soldados de Israel y de Judá, dando gritos de guerra, se lanzaron contra ellos y los persiguieron hasta la entrada de Gat y hasta las puertas de Ecrón. Todo el camino, desde Sajarayin hasta Gat y Ecrón, quedó cubierto de cadáveres”.


David escogió cinco piedras lisas del arroyo. No se debe buscar ningún significado alegórico para estas piedras, aunque existen algunas interpretaciones sobre ellas. Sencillamente constituyen nada más que las municiones necesarias para usar en una honda. Parece poco e insignificante, pero la honda ya era instrumento de guerra en los tiempos de David. Cuenta la historia en Jueces 20:16, de 700 benjamitas que tiraban una piedra con la honda a un cabello sin errar. Sería una hipérbole, es decir una exageración a propósito, pero establece el hecho de que estos hombres poseían una alta capacidad en usar la honda. David sabía exactamente lo que podía hacer con su honda y tiraría al punto más vulnerable y fatal del gigante, su frente.


Cualquiera de nosotros en una situación similar se hubiera espantado y huido o a lo menos se colocaría en posición firme para tratar de aguantar la embestida. Por el contrario, David “se dio prisa y corrió al combate contra el filisteo”. La multitud que observa no lo puede creer. David en vez de huir está corriendo hacia el enemigo. Seguramente muchos estarán pensando: ¡Pobrecito! ¡Ese monstruo lo va a triturar! Pero entonces, “David metió su mano en la bolsa, tomó de allí una piedra y la arrojó con la honda hiriendo al filisteo en la frente. La piedra quedó clavada en su frente y este cayó de bruces en tierra”.


Miremos en cámara lenta la trayectoria del improvisado proyectil. La piedra es arrojada con toda su fuerza y se dirige como si supiera a dónde tiene que ir. Va con la misma precisión que un misil de los tiempos actuales dirigido por radar. Se entierra en la orgullosa frente del enemigo. David actúa como los artistas de teatro, que han practicado la escena tantas veces que lo hacen con toda naturalidad. David no se detiene en su carrera. Todo sucede en pocos segundos. Antes de que el escudero pueda reaccionar, David tiene en sus manos la enorme espada, y el asistente del ogro caído huye despavorido. “Entonces David corrió, se puso sobre el filisteo, y tomando la espada de este, la sacó de su vaina y lo mató cortándole la cabeza con ella”.


Esto nos recuerda de la primera profecía de la Biblia que proclama la venida de El Salvador, el protoevangelio (referido como la primera mención de las buenas nuevas de salvación en la Biblia) en Génesis 3:15, dice que el Redentor herirá al diablo en la cabeza, no en el talón del pie. David para asegurar la muerte del gigante le saca la cabeza con su propia espada. Aunque no se sabe por qué, David llevó la cabeza de Goliat hasta Jerusalén. Quizás quería que fuera un escarmiento para los jebuseos, que así como Goliat cayó, ellos algún día caerían también, cosa que tomó lugar tiempo después.


Cuando Saúl murió en batalla sobre el monte Gilboa, los filisteos le cortaron la cabeza y le despojaron de sus armas. Y aunque no quiso hacerlo, Herodes mandó a decapitar a Juan el Bautista y presentó su cabeza en un plato a Herodías. La cabeza tiene gran significado simbólico en la Biblia. Dios cortaría la cabeza de Israel por su desobediencia, dice en Isaías 9:14.


Al ver derribado a su representante, los filisteos se dieron a la fuga. Sin él no son nada. Y el ejército de Saúl les persigue hasta Saraim que se traduce aquí “la entrada”. La palabra quiere decir “de las puertas”, quizás un lugar habitado o donde bifurca el camino del valle, yendo un camino hacia Gat y el otro hacia Ecrón. En otras palabras los filisteos corrieron rápidamente hacia la casa, siendo acosados y alcanzados por todo el largo del camino.


La victoria de David sobre Goliat fue tipo de los triunfos del Hijo de David (Jesucristo) sobre Satanás y los poderes de las tinieblas, a los que despojó y los exhibió públicamente (Colosenses 2:15); también nosotros triunfaremos enteramente, Romanos 8:37 dice, “Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó”, nuestro Señor Jesucristo.


Continuará………


Dios los guarde y los proteja siempre.


Pastor Kike Escobar (WMF)

Unidad Internacional de Oración (UIO)

Restoration Church UK

www.kikeescobar.com


2 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Un reino ordenado y organizado

2 Samuel 8:15-18 “Y reinó David sobre todo Israel; y David administraba justicia y equidad a todo su pueblo. Joab hijo de Sarvia era...

Una oración diferente

2 Samuel 7:18-29 “Entonces el rey David entró y se sentó delante del Señor y oró: “¿Quién soy yo, oh Señor Soberano, y qué es mi familia...

Comentários


bottom of page