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Foto del escritorPs. Kike Escobar

Cuando un reinado envejece

1 Crónicas 23:1


“Cuando David ya era muy anciano designó a su hijo Salomón rey de Israel”.


1 Reyes 1:1-4


“El rey David era ya muy anciano y, por más frazadas que le ponían, no podía entrar en calor. Así que sus consejeros le dijeron: Busquemos una joven virgen que lo atienda y lo cuide, mi señor; dormirá en sus brazos y le quitará el frío. Entonces buscaron una muchacha hermosa por toda la tierra de Israel y encontraron a Abisag, de Sunem, y se la llevaron al rey. La joven era muy hermosa; cuidaba al rey y lo atendía, pero el rey no tuvo relaciones sexuales con ella”.


En este devocional, uniremos dos pasajes Bíblicos para estudiar un poco la vejez del rey David. Israel estaba al final de los años dorados del reinado de David. El primer libro de Reyes comienza con un reino unido, glorioso y centrado en Dios. Termina con un reino dividido, degradado e idólatra. La razón de la caída de Israel nos parece simple: no obedecieron a Dios. Pero nosotros también somos vulnerables a las mismas fuerzas que llevaron a Israel a la decadencia: ambición, celos, hambre de poder, poco respeto de los votos matrimoniales y superficialidad en nuestra devoción a Dios. Cuando leemos acerca de estos trágicos sucesos en la historia de Israel, debemos vernos en el espejo de sus experiencias.


A pesar de que David no pudo construir el templo, pudo hacer los preparativos y tomó el trabajo con seriedad. No sólo reunió los fondos y los materiales para la casa de Dios, también planeó mucho de la administración y arregló los servicios de adoración. Los lectores originales de Crónicas estaban reconstruyendo el templo, después de haber sido destruido por los ejércitos enemigos y su información acerca de los procedimientos les habría sido muy valiosa. Los siguientes cinco capítulos demuestran que la organización es esencial para un servicio efectivo y fluido.


David tenía unos setenta años de edad. Su salud se había deteriorado por los años de dificultades. Abisag sirvió como su enfermera y para mantenerlo abrigado. En tiempos en que la poligamia era aceptada y los reyes tenían harenes, esta acción no fue considerada ofensiva. Este era el ocaso de un glorioso reinado. David ahora era tan viejo que él ni siquiera puede mantenerse con calor a si mismo, mucho menos el gobernar la nación.


David tenía alrededor de 70 años en ese momento. Él parece aún más viejo que sus años; pero para David, no solamente eran los años, era el kilometraje vivido. Pareció que él vivió las vidas de cuatro o cinco hombres durante toda su vida.


Una secuela de males y aflicciones aceleraron el proceso de envejecimiento de quien fuera tan robusto en su juventud. La enfermedad, los excesos, los nefastos resultados de la poligamia, las discordias entre sus cortesanos, las intrigas y los crímenes dentro de su propia familia (Tamar, Absalón y Ammón), lo empujaron a la decrepitud y a la impotencia. Más que una concubina, como para probar su capacidad viril, la hermosa compañera sólo puede servirle como enfermera. Y, a los 71 años, David luce mucho más viejo de lo que era en realidad.


Es de admirar en la vida del rey David, como en su vejez comenzó a organizar los levitas, los sacerdotes, los músicos, los porteros, los tesoreros y los oficiales, sus divisiones militares y los lideres de las tribus, dejó organizado todo lo que tenia que ver con el pueblo y el templo de Dios. Algo digno de admirar, lo cual estudiaremos en nuestros próximos devocionales.


Dios los guarde y los proteja siempre.


Pastor Kike Escobar (WMF)

Fundación ONG

Unidad Internacional de Oración (UIO)

Restoration Church UK

www.kikeescobar.com

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