Gálatas 6:9
“Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos”.
Existen momentos en que no entendemos lo que nos pasa, hacemos lo correcto y nos sucede lo incorrecto. Parece como si todo estuviera en nuestra contra, como si todas esas promesas que tenemos de parte de Dios nos se fueran a cumplir, sin embargo, debemos entender un principio Bíblico muy importante, mientras sigamos haciendo el bien, los problemas no podrán detenernos, nos están moviendo hacia nuestro propósito de vida, hacia nuestro destino.
Cuando estudiamos y analizamos la vida de José el hijo de Jacob (Génesis 37-45), podemos observar como Dios conectó divinamente todas las circunstancias adversas de José para llevarlo al éxito. Si dejáramos por fuera una de ellas, las demás no funcionarían. Todo era parte del paquete, todo era parte del plan de Dios en su vida.
Si los hermanos de José no lo hubieran echado a la cisterna, nunca habría sido llevado a Egipto como esclavo y vendido a un hombre llamado Potifar. Si no hubiera sido vendido a Potifar, nunca hubiera conocido a la esposa de Potifar que lo acusó falsamente y lo hizo llevar a prisión. Si no hubiera sido puesto en prisión, no habría conocido al jefe de los coperos, ni al jefe de los panaderos, ni hubiera interpretado sus sueños. Si no hubiera interpretado sus sueños, el faraón nunca lo hubiera llamado a que le interpretara su sueño, lo cual lo llevo a poner a José cargo de la nación y a vivir en el palacio.
Si aisláramos cualquiera de estas circunstancias adversas que José vivió en el camino al palacio, el propósito de Dios se truncaría y no tendría sentido tanto sufrimiento. Debemos creer, al igual que José, que lo que parece una decepción, una traición o un revés, es todo parte del plan de Dios en nuestras vidas. Nos está moviendo poco a poco a través de la adversidad hacia nuestro propósito. Dios sabe lo que está haciendo con nosotros.
Lo que parecían problemas en realidad era la Mano de Dios guiando. Los hermanos de José le quitaron su túnica de colores, que significaba el favor de su padre, pero no pudieron quitarle el llamado, el propósito que Dios tenía en su vida. Lo que la gente nos quite no va a detener el propósito de Dios en nosotros. Lo que está en el interior es más poderoso que cualquier cosa en el exterior.
Debemos continuar haciendo lo correcto a pesar de las adversidades, a pesar del rechazo, a pasar de la traición, a pesar de la indiferencia, a pasar de la equivocación, y un día Dios va a conectar todas estas circunstancias como lo hizo con José, y nos va a llevar al palacio. Ese día podremos decir como José, “se propusieron hacerme mal, pero Dios dispuso todo para bien”.
Salmo 34:19
“La persona íntegra enfrenta muchas dificultades, pero el Señor llega al rescate en cada ocasión”.
Dios va a detener las dificultades en nuestra vida. Dios nos está rescatando de la adversidad. Estamos en el proceso y quizás nos falten algunas escalas a lo largo del camino, pero no debemos preocuparnos, vamos de la Mano de Dios, Él nos está guiando a nuestro propósito de vida.
Posiblemente te encuentres en la cisterna o en prisión, pero el palacio ya viene. Puede que estés endeudado, sin embargo, Dios te está rescatando a abundancia. Estas tratando con la depresión, pero Dios te está rescatando al gozo. Estas enfrentando una enfermedad, pero Dios te está rescatando a sanidad, recuperación y victoria.
Cuando los dardos del enemigo hablen a tu mente y te digan; “este problema es permanente. Nunca va a cambiar”, solo responde en voz alta: “Estoy siendo rescatado por la Mano poderosa de Dios, solo estoy en curso. Este problema no me va a detener; me va promocionar y de tu Mano de Dios, saldré a victoria”.
Feliz día, Dios los guarde y los proteja siempre.
Un abrazo.
Pastor Kike Escobar (WMF)
Unidad Internacional de Oración (UIO)
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