Proverbios 3:5-12
“Confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento. Busca su voluntad en todo lo que hagas, y él te mostrará cuál camino tomar.
No te dejes impresionar por tu propia sabiduría. En cambio, teme al Señor y aléjate del mal. Entonces dará salud a tu cuerpo y fortaleza a tus huesos.
Honra al Señor con tus riquezas y con lo mejor de todo lo que produces. Entonces él llenará tus graneros, y tus tinajas se desbordarán de buen vino.
Hijo mío, no rechaces la disciplina del Señor ni te enojes cuando te corrige. Pues el Señor corrige a los que ama, tal como un padre corrige al hijo que es su deleite”.
El sabio Salomón, aconsejó a su hijo vivir una vida de confianza en Dios. Salomón había descubierto que Dios era digno de confianza. Nuestra naturaleza es confiar en algo o en alguien, incluso si se trata de nosotros mismos. Salomón nos dijo que pusiéramos nuestra confianza en el Señor, el Dios del pacto de Abraham, Isaac y Jacob.
Existen dos palabras de significado especial en este pasaje Bíblico: “reconocer” y “caminos”. La palabra “caminos”, del hebreo derek, significa “una vía, curso o modo de acción”. Sugiere las oportunidades específicas que una persona confronta de continuo. El segmento de oportunidad más común que experimentamos con regularidad es cada nuevo día. Es como si este pasaje nos recordara que debemos reconocer a Dios todos los días, quien entonces dirigirá nuestros senderos.
De significado similar es la palabra “reconocer”, del hebreo yada. En otros lugares yada se traduce como “conocer”, con el significado de conocer por medio de la observación, la investigación, la reflexión o la experiencia directa. Pero el nivel más alto de yada se obtiene a través del “contacto directo e íntimo”, como ocurre en el matrimonio. Aplicado al contexto espiritual, sugiere una intimidad con Dios en oración que concede bendiciones y victorias. Al conjugar estas ideas con nuestro texto de Proverbios podríamos concluir que si mantenemos yada, contacto íntimo y directo con Dios todos nuestros días, Dios promete conducirnos hacia realizaciones vivificantes y fructíferas.
Cuando tenemos alguna decisión importante que tomar, a veces nos sentimos que no podemos confiar en nadie, ni siquiera en Dios. Sin embargo, El sabe lo que es mejor para nosotros. ¡Incluso juzga mejor que nosotros para saber lo que queremos! Debemos confiar en Él completamente en todas las decisiones que tomemos. Esto no significa que debamos dejar de pensar con cuidado ni menospreciar la capacidad de razonamiento que Dios nos ha dado. Significa, sin embargo, que no nos creamos sabios ante nuestros ojos. Siempre debemos estar dispuestos a escuchar y a que la Palabra de Dios y consejeros sabios nos corrijan. Lleve en oración sus decisiones a Dios. Utilice la Biblia como guía y luego siga la dirección de Dios. El hará sus caminos derechos al encaminarlo y protegerlo.
Para recibir la dirección de Dios, dice Salomón, debemos colocarlo a Él en el primer lugar de nuestras vidas. Esto significa entregarle cada esfera de la vida. Alrededor de mil años después, Jesús enfatizó esta misma verdad en Mateo 6:33, “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. Analice sus valores y prioridades. ¿Qué es lo más importante para usted? ¿En qué esferas reconoce a Dios? ¿Cuál es el consejo de Él? Quizás usted ya reconoció a Dios en varios aspectos de su vida, pero los que intenta restringir o pasar por alto Su influencia son los que le causarán dolor. Mantenga a Dios en el primer lugar en todo lo que haga. Entonces Él, le guiará debido a que usted trabaja para llevar a cabo sus propósitos.
Las primicias se refieren a la práctica de dar para el uso de Dios la primera y mejor porción de la cosecha, primicia es lo primero y lo mejor. Muchas personas le dan a Dios las sobras. Si pueden donar algo, lo hacen. Muchos quizás sean sinceros y contribuyan con agrado, pero su actitud, sin embargo, indica lo contrario. Es mejor dar a Dios la primera parte de nuestras entradas. Esto demuestra que Dios, no las posesiones, tienen el primer lugar en nuestra vida y que nuestros recursos pertenecen a Él (solo somos administradores de los recursos de Dios en la tierra).
Dar primero a Dios nos ayuda a conquistar la ambición, administrar debidamente los recursos de Dios y nos abre la puerta para recibir sus bendiciones especiales. Esta es otra forma práctica de demostrar que uno confía en el Señor con todo el corazón. Cuando realmente confiamos en Él, podemos honrarlo con generosidad, dándonos cuenta de que Él es el gran proveedor y Dios tiene recursos inagotables para nosotros.
Para muchas personas, castigo tiene una connotación negativa debido a que algunos de los que los aplican no son moderados. Dios, sin embargo, es la fuente del amor. No nos castiga porque disfrute hacernos sufrir, sino porque está muy preocupado por nuestra madurez. Sabe que para lograr ser moralmente fuertes y buenos, debemos aprender la diferencia entre el bien y el mal. Su amorosa disciplina nos permite hacerlo.
Es difícil saber cuándo Dios nos ha estado disciplinando, hasta que más tarde volvemos a mirar la situación pasada. Por supuesto, no todas las cosas malas que nos suceden provienen de Dios directamente. Pero si nos rebelamos en contra de Dios y nos negamos a arrepentirnos, cuando Él identifica algún pecado en nuestras vidas, es posible que Dios use las crisis y las malas experiencias para llevarnos de nuevo a Él. A veces, sin embargo, los tiempos difíciles surgen cuando no hay algún pecado flagrante en nuestras vidas. Entonces nuestra respuesta debe ser paciencia, integridad y confianza de que Dios nos mostrará qué hacer.
La autosuficiencia y la autodependencia han sido la ruina de la humanidad desde la caída de Adán. El gran pecado de la raza humana es su continuo esfuerzo por vivir independientemente de Dios. Debemos reconocerlo en todos nuestros caminos: Confiar en Dios con todo nuestro corazón, significa honrarlo y reconocerlo en todo lo que hacemos. Es la opción de “invitar” a Dios a nuestras vidas y conductas cotidianas. Es practicar la presencia de Dios en todos los aspectos de nuestras vidas, es depender de Dios en todo.
Dios los guarde y los proteja siempre.
Pastor Kike Escobar (WMF)
Fundación ONG
Unidad Internacional de Oración (UIO)
Restoration Church UK
www.kikeescobar.com
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