Isaías 46:9-10
“Recordad las cosas pasadas, aquellas de antaño; yo soy Dios, y no hay ningún otro, yo soy Dios, y no hay nadie igual a mí.
Yo anuncio el fin desde el principio; desde los tiempos antiguos, lo que va a suceder. Yo digo: Mi propósito se cumplirá, y haré todo lo que deseo”.
Fuimos diseñados por Dios como un proyecto desde antes de la fundación del mundo. Cada vez que encontramos la preposición pro, indica que algo se hace en favor o en ayuda de algo o de alguien. Fuimos diseñados como un proyecto bueno y para hacer el bien. Soy de los que considero que nos conocimos en el cielo antes de la fundación del mundo.
Así como fuimos diseñados como un proyecto, fuimos diseñados por Dios con un propósito. Cuando Él planificó su vida y la mía, comenzó con la escena final. Comenzó donde quiere que usted y yo terminemos. El conoce el final desde el principio. Esto es maravilloso.
También fuimos colocados en lugar para vivir nuestro proceso, para llegar a nuestro propósito. Dios sabe cuál es la tierra adecuada para que nos desarrollemos, por ese motivo no debemos estar donde queremos, sino donde Dios nos necesita. Cuando una persona quiere vivir su proceso en el lugar equivocado, va a tener muchos contratiempos. Está en una tierra para la cual no fue diseñado.
Cuando entendemos que nuestro fin ya ha sido establecido, no pasamos por la vida molestos a causa de una decepción, frustrados porque no alcanzamos un sueño o amargados por una perdida. Nos mantenemos en paz, sabiendo que al final, todo ayuda a nuestro favor.
Yo soy Dios, y no hay ningún otro, yo soy Dios, y no hay nadie igual a mí. Él es el único Dios, porque es el único que puede declarar el fin, es decir, el último porvenir, desde el principio. Muchas profecías de la Escritura que fueron proferidas hace muchos siglos, faltan aún por cumplir; pero el cumplimiento de las ya realizadas es una garantía de que también las demás se cumplirán a su debido tiempo.
Isaías afirmó la soberanía de Dios. Dios es único en el conocimiento y el control del futuro. Su firme propósito es realizar lo que se ha propuesto. Cuando nos sintamos tentados a perseguir algo que promete placer, comodidad, paz o seguridad separados de Dios, recordemos nuestro compromiso con El.
Debemos recordarnos a nosotros mismos que así no es como termina nuestra vida. Tenemos un fin esperado. El creador del universo, el Dios Altísimo, nuestro Padre Celestial, ya pensó para bien nuestro futuro. Sigamos avanzando en obediencia, las buenas oportunidades ya vienen, la sanidad ya viene, tu pareja ya viene. Dios sabe entretejerlo todo. El ya conoce tu final.
Feliz día, Dios los guarde y los proteja siempre.
Un abrazo.
Pastor Kike Escobar (WMF)
Unidad Internacional de Oración (UIO)
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