Rut 2:4-5
“En eso llegó Booz desde Belén y saludó a los segadores: ¡Que el Señor esté con vosotros! ¡Que el Señor te bendiga! respondieron ellos. Luego Booz le preguntó a su criado, el encargado de los segadores: ¿De quién es esta joven?”.
Después de que las personas se pusieron a espigar, Booz entró en su campo. Habló a su siervo, quien estaba encargado de los segadores. Había pobres, extranjeros que espigaban en su campo y se fijó en que había muchos. Luego, de repente vio a Rut. Booz quiso saber de quién era ella. Creemos que Booz era el soltero más aceptable en todo Belén. Pues bien, para Booz éste fue un caso de amor a primera vista. Y así fue que en aquellos campos se inició un romance.
Booz tenía unos rasgos muy favorables como para ser un buen partido cualquier mujer, era muy respetuoso en su relación con los trabajadores y demás empleados en la cosecha de su grano. El tiempo de la recolección es tiempo de mucha ocupación y se requieren muchas manos para esa labor. Booz es el modelo del buen jefe:
- Tenía un mayordomo a cuyo cargo estaban los demás criados, delegaba con sabiduría.
- Él mismo vino a ver cómo se llevaba el trabajo, lo cual era una señal de prudencia y de amabilidad, supervisaba lo que delegaba.
- El intercambio de saludos con los segadores fue muy piadoso: Les dijo: El Señor sea con ustedes. Y ellos respondieron: El Señor te bendiga. Trabaja con personas creyentes y cuidaba sus buenos modales.
- Era evidente el mutuo respeto que se tenían. Hay muchas probabilidades de que las cosas marchen bien en una empresa en donde hay tal respeto entre el jefe y sus empleados.
- Era cortes en sus saludos. La amabilidad siempre abrirá puertas de bendición.
“El criado encargado de los segadores respondió: Es la joven moabita que volvió con Noemí de los campos de Moab” Rut 2:6
Puede quizás surgirnos la pregunta: ¿Por qué no conoció Booz antes a Rut? La respuesta se halla en el hecho de que sin duda, él había estado fuera luchando en una de las innumerables guerras que se libraban durante el tiempo de los jueces. Era un hombre de guerra, un hombre rico, un hombre seguidor de la ley. Probablemente era uno de los hombres más prominentes en todo Belén, y uno de los solteros más admirados.
Booz se había enamorado de la joven Rut y estaba interesado en ella y su historia. Su criado continuó hablándole a Booz en cuanto a Rut, y le dijo: “Me ha dicho: Te ruego que me dejes espigar y recoger tras los segadores entre las gavillas” Rut 2:7. Entró, pues, y ha estado trabajando desde la mañana hasta ahora, sin descansar ni un solo momento”. Rut era una mujer trabajadora, este es buen principio para los solteros al orar por sus idóneas, nunca ores por una persona ociosa y desocupada.
“Entonces Booz dijo a Rut: Oye, hija mía, no te vayas, ni recojas espigas en otro campo; te quedarás aquí junto a mis criadas. “Mira bien el campo que sieguen y síguelas; pues he mandado a los criados que no te molesten. Y cuando tengas sed, ve a las vasijas, y bebe del agua que sacan los criados” Rut 2:8-9.
Booz le dijo a Rut: “Yo quiero que espigues en este campo”. No quiso que ella fuera a otra parte para espigar. Evidentemente ya estaba comenzando a mostrar interés en ella. Booz extendió su protección sobre ella. Le dijo que estaría completamente protegida en su campo. No podemos imaginarnos los insultos que, siendo ella moabita, podría haber recibido en aquel entonces. Era una paria, una extranjera. Podría haber sido insultada apenas entrara en el campo, porque había muchas maneras de ser ofendida. Ahora, Booz lo arregló todo a fin de que nadie la insultara ni abusara de ella.
Debemos mostrar interés y amabilidad por las personas y en especial si estamos enamorados. Esta historia es un manual para los hombres que anhelan tener esposas como Rut.
“Entonces ella, bajando su rostro, se postró en tierra y le dijo: ¿Por qué he hallado gracia a tus ojos para que me favorezcas siendo yo extranjera? Rut 2:10
¿Por qué he hallado gracia en tus ojos? Creemos que esta fue una pregunta sincera por parte de Rut. Pero Rut hizo esta pregunta a Booz porque Noemí la había instruido y preparado para lo peor. La había recordado a Rut que ella era moabita y que los israelitas no le harían mucho caso. Eso quería decir que probablemente permanecería viuda todos los días restantes de su vida. Sería rechazada. Y Rut aceptó y creyó lo que Noemí le había contado. Es por eso que se quedó tan sorprendida cuando espigó por primera vez en un campo, cuyo dueño era probablemente el soltero más observado del pueblo. La obediencia atrae la mirada de Dios y en especial la de hombres buenos y respetuosos como Booz.
Booz se enamoró de Rut a primera vista, e inmediatamente comenzó a cuidarla. Y ella quedó tan admirada de su interés que le preguntó: ¿Por qué te has fijado en mí y eres tan amable conmigo? Este libro de Rut nos revela algo interesante porque constituye uno de los casos del Antiguo Testamento en el que las barreras raciales se rompieron y Dios amó y se preocupó por aquellos que llevaban sobre ellos el estigma del juicio.
Ahora, me es posible contestar la pregunta de Rut, porque ella era atractiva, maravillosa, tenía todo el encanto que un hombre podría desear en una mujer y en una esposa. Pero, ¿sabe usted que no me es posible contestar mi propia pregunta? ¿Por qué he hallado yo gracia ante los ojos de Dios? Porque no hay nada en mí, estimado amig@, que merezca la gracia de Dios. Fue cuando éramos impíos, huyendo de Dios, en rebelión contra Dios, pecadores, débiles, que Cristo murió por nosotros como nos dijo el apóstol Pablo en su carta a los Romanos capítulo 5:6. ¿Por qué murió Cristo? Porque nos amó. Vio nuestra necesidad de la salvación. Vio cuan indignos éramos, y por eso, hallamos gracia ante Sus ojos.
Éramos débiles e incapaces de salvarnos. Alguien tuvo que venir a rescatarnos como Booz rescató a Rut. Cristo no solo vino en un buen momento de la historia, sino a su debido tiempo, de acuerdo al plan del Padre. Dios controla la historia, y controló la ocasión, los métodos y los resultados de la muerte de Jesús.
Continuara….
Feliz día, Dios los guarde y los proteja siempre.
Un abrazo.
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