El Gran Yo Soy
Éxodo 3:13-14
“Pero Moisés insistió: Supongamos que me presento ante los israelitas y les digo: El Dios de vuestros antepasados me ha enviado a vosotros. ¿Qué les respondo si me preguntan? ¿Y cómo se llama? Yo Soy El Que Soy, respondió Dios a Moisés. Y esto es lo que tienes que decirles a los israelitas: Yo Soy me ha enviado a vosotros”.
Los egipcios tenían muchos dioses de muchos nombres diferentes. Moisés quería saber el nombre de Dios para que el pueblo hebreo supiera quién exactamente lo había mandado. Dios se llamó a sí mismo Yo Soy, un apelativo que describía su poder eterno y su carácter inalterable.
Yo Soy El Que Soy. Este es el equivalente de Jehová o Yahveh, y significa: Yo soy el inefable (Indescriptible, Maravilloso). Conocer el nombre es, en la mentalidad semítica, sinónimo de poseer o dominar la cosa o la persona nombrada. Pero Dios no se deja dominar ni manipular; es infinitamente libre y soberano.
Yo soy el que existe por sí mismo; tiene en sí la razón y fuente de su propio ser, y no depende de ningún modo de ningún otro ser. Al existir por sí mismo es autosuficiente; más aún, Todosuficiente; la fuente inexhausta de todo ser y de toda felicidad.
Yo soy eterno e inmutable (Inalterable). Como no puede cambiar, es siempre de fiar, porque no puede volverse atrás. Él es el de siempre. Que Su pueblo santo sepa esto: El Yo Soy me ha enviado a vosotros.
Santiago 1:17, “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza ni sombra de variación”.
En un mundo donde los valores, la moral y las leyes cambian constantemente, podemos encontrar estabilidad y seguridad en nuestro Dios que nunca cambia. El Dios que apareció ante Moisés es el mismo que puede vivir en nosotros hoy en día.
Dios no sólo no es responsable del pecado humano, sino que es la fuente de todo bien. En contraste con el continuo movimiento de los cuerpos celestes que él creó, es inmutable. Siempre cumple sus promesas.
Por todo esto, El Señor te dice hoy; cuando estas enfermo, Yo Soy El Que te sano, cuando estas en necesidad, Yo Soy El Que te preveo, cuando estas en angustia, Yo Soy tu Paz, cuando estas solo, Yo Soy tu compañía, cuando estás perdido, Yo Soy tu Pastor, cuando no sabes que hacer, Yo Soy tu camino, cuando tienes dudas, Yo Soy la verdad, cuando te sientes morir, Yo Soy tu vida, cuando estas triste, Yo Soy tu felicidad, cuando te sientes sin esperanzas, Yo soy tu Dios.
Hebreos 13:8 nos enseña que, “Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos”.
Jesucristo es el mismo ayer, hoy, y para siempre. Su preeminencia es permanente; su liderazgo, para siempre. Ahí radica el secreto del liderazgo terrenal: el líder verdadero es el que es liderado por Jesucristo. El Que anduvo por los caminos de Galilea es tan poderoso como siempre para vencer al pecado y amar al pecador; Como la naturaleza de Dios es estable y confiable, tenemos la libertad de seguirlo y disfrutarlo, en lugar de pasar el tiempo tratando de imaginar cómo es El.
El Gran Yo Soy está aquí, Yo Soy quien te escribo.
Feliz día, Dios los guarde y los proteja siempre.
Un abrazo.
Amado Jesucristo, eres mi luz y verdad eterna. Gloria a Dios por compartir esté vital aliento espiritual.
Bendiciones, para todos los que se conecta con ésta página web.