2 Samuel 9:7
“¡No tengas miedo! le dijo David, mi intención es mostrarte mi bondad por lo que le prometí a tu padre, Jonatán. Te daré todas las propiedades que pertenecían a tu abuelo Saúl, y comerás aquí conmigo, a la mesa del rey”.
Probablemente hemos vivido malos momentos, perdidas de personas, de finanzas, de sueños. Tal vez no hemos sido tratados correctamente, han sido injustos con nosotros, la vida nos ha pasado por una prueba muy dura. Sería fácil amargarnos, quedarnos paralizados y deprimidos, y no esperar ya nada bueno.
Hoy quiero decirte de parte de Dios, que debemos prepararnos. El tiempo de Dios en nuestras vidas, ya viene. El Rey está a punto de convocarnos. Dios va a compensarnos, y no solo con lo que debería ser nuestro. Nos va a dar lo que pertenecía también a nuestros antepasados. Va a ser un favor muy grande de parte de Dios para nosotros. No vamos a tener que trabajar por ello. Será la bondad de Dios, retribuyendo, restituyendo y trayendo justicia sobre nuestras vidas.
No debemos preocuparnos como podría suceder, Dios le está hablando en estos momentos a las apersonas adecuadas acerca de nosotros. Esta suavizando los corazones correctos, está inclinando a nuestro favor los corazones que Él quiere. Dios va a compensarnos por esa niñez injusta, nos va a indemnizar por esas personas que nos hicieron daño, nos va a retribuir por ese ser querido que perdimos, por ese bebé que no pudo tener. Necesitamos prepararnos, porque un asiento en la mesa del Rey nos espera. Dios ya lo preparó y tiene nuestros nombres. Es un asiento de favor, de gracia, de restauración, de sanidad, de prosperidad, de promoción.
Tenemos sangre real. Nuestro amado Dios, ha soplado vida en nosotros. Hemos sido coronados con Su favor y destinados a vivir en Su palacio. El palacio es un lugar de bendición, un lugar de restauración, un lugar de victoria. No importa lo que hayamos sufrido o padecido, eso no cambia nada en nosotros. Seguimos siendo descendencia real. Seguimos llevando la corona del favor de Dios, tenemos el ADN del Dios Todopoderoso.
Es tiempo de retribución Iglesia. Hay un asiento en la mesa del Rey con nuestro nombre. El enemigo puede habernos derribado, pero Dios va a levantarnos. Dios es nuestra gloria y El que levanta nuestra cabeza. Dios viene a enderezar las cosas en nuestras vidas, tengamos fe y confiemos en El.
Van a pasar cosas en nuestras vidas, que nosotros no podríamos hacer suceder. El favor de Dios va a abrirnos nuevas puertas, haciendo que la gente sea buena con nosotros, restituyéndonos por las injusticias que hemos vivido y recompensando las buenas acciones que hemos realizado.
A veces Dios no remueve la dificultad, si no que la transforma a nuestro favor y nos compensa por ello. Puede que hayamos perdido muchas cosas o personas y no podamos hacer que regresen, sin embargo, Dios puede hacer que el resto de nuestras vidas sea tan gratificante, tan plena, que se lleve todo el dolor del pasado. Puede ser que una relación no funcionó, alguien te abandonó y rompió tu corazón. Dios puede traer a alguien nuevo a tu vida que sea tan amoros@, divertid@, tan amable, tan atractiv@ para nosotros, que ni siquiera extrañemos a la persona que nos dejó. Dios sabe cómo compensarlo.
Cuando Dios nos abrume con Su bondad y nos dé dos bendiciones por cada dificultad, no pensaremos en lo perdido, ni en quien nos lastimó o en lo que no funcionó. Estaremos tan sorprendidos de que Dios nos haya convocado a Su palacio, nos haya promovido, haya traído a las personas adecuadas a nuestro lado, que todo lo que podremos hacer en ese momento es agradecer al Todopoderoso, por lo que ha hecho en nuestras vidas.
Estimado@ amig@, Dios es el único que sabe cómo compensarnos. No nos amarguemos por la situación que estemos viviendo. Dios nos se ha olvidado de nosotros. Cuando nos restituya, seremos más grandes, mejores y nuestro estado será más gratificante de lo que nos podemos imaginar. Ya no habrá queja por la decepción, Nuestros labios alabaran a Dios y diremos, “Mira lo que ha hecho Dios. Nos ha asombrado con Su bondad”. Gloria a Dios.
Feliz día, Dios los guarde y los proteja siempre.
Un abrazo.
Pastor Kike Escobar (WMF)
Unidad Internacional de Oración (UIO)
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