Salmo 43:5
“¿Por qué estoy desanimado? ¿Por qué está tan triste mi corazón? ¡Pondré mi esperanza en Dios! Nuevamente lo alabaré, ¡mi Salvador y mi Dios!”
El rey David en un momento de abatimiento y desánimo, tomo la decisión de colocar nuevamente su esperanza en Dios. No permitió que el desánimo le robara la alegría en un momento de oscuridad. Alabó a Dios y confió en Dios. Reconoció que Dios sigue sentado en el trono. Que el mundo no se le ha salido de las manos. Volvió a poner toda su esperanza en el Señor y se fortaleció.
Cuando enfrentamos desengaños, nuestras emociones negativas nos hablan y nos dicen que nos desanimemos; pero en lugar de someternos a esas emociones, debemos alentarnos y ser fuertes. Nos esperan mejores días de la Mano de Dios.
En los momentos difíciles no te sorprendas si sientes que ese espíritu de pesadez intenta controlarte. No te sorprendas si el enemigo te habla negativamente. No le creas esas mentiras. No permitas que tus emociones guíen tu vida. Dios no respalda emociones, Dios respalda es Su palabra.
Hay mucho desánimo en el mundo. Muchas noticias negativas. Debemos tener cuidado con lo que oímos y vemos. Podemos estar hundiéndonos en el desánimo y el abatimiento. Si lo permitimos nos robará el gozo.
David se quitó el manto de desaliento y se puso un manto de alabanza. El salmista pidió a Dios que enviara su luz y su verdad para guiarlo hacia el monte santo, el templo, donde encontraría a Dios. La verdad de la Palabra de Dios nos brinda el buen camino que debemos seguir, y la luz del Espíritu Santo Dios nos ofrece una visión clara para seguirlo. Si se siente rodeado de oscuridad e inseguridad, siga la luz del Espíritu y la verdad de Su Palabra.
Demos dar gracias a Dios por lo que Él ya ha hecho en nuestras vidas. Demos gracias por las victorias del pasado. Demos gracias por lo lejos hasta donde nos ha llevado. Demos gracias por las victorias que Él ya tiene planeadas para nosotros. Demos gracias por las puertas que nos está abriendo. Demos gracias por las situaciones que Él ha cambiado en nuestras vidas. Cuando agradecemos, sentiremos un nuevo gozo, una nueva alegría que surge de nuestro interior; sentiremos que nuestra fe aumenta. Tendremos una mentalidad victoriosa.
Existe algo maravilloso en las oraciones de acción de gracias. No podemos dar gracias a Dios y permanecer desanimados. Desechemos el manto de angustia y pongámonos el manto de alegría. Desechemos la autocompasión y librémonos del desaliento. Pongámonos el nuevo manto de alabanza.
Feliz día, Dios los guarde y los proteja siempre.
Un abrazo.
Pastor Kike Escobar (WMF)
Unidad Internacional de Oración (UIO)
Comments