Filipenses 4:10-13
“Estoy muy contento al ver que de nuevo ustedes se preocupan por mi bienestar. Sé que siempre se han preocupado por mí, pero no habían tenido oportunidad de demostrármelo.
No digo esto porque necesite ayuda, pues he aprendido a adaptarme a cualquier situación. Yo sé cómo vivir en pobreza o en abundancia. Conozco el secreto de estar feliz en todos los momentos y circunstancias: pasando hambre o estando satisfecho; teniendo mucho o teniendo poco.
Puedo enfrentar cualquier situación porque Cristo me da el poder para hacerlo”.
¿Cómo podemos estar “firmes en el Señor”? La forma de permanecer firmes, es poner nuestros ojos en Cristo, recordar que este mundo no es nuestro hogar, y que Cristo tiene todas las cosas bajo control.
¿Está contento con las circunstancias que enfrenta? Pablo sabía estar contento, así estuviera en abundancia o padeciera necesidad. El secreto radicaba en el poder de Cristo para fortalecerlo. ¿Tiene usted muchas necesidades o está descontento porque no tiene lo que desea tener? Aprenda a apoyarse en las promesas de Dios y en el poder de Cristo que lo ayudará a contentarse a pesar de su situación. Si su deseo es tener siempre más, pida a Dios que trate ese deseo y que le enseñe a estar contento en cualquier situación. Él suplirá todas sus necesidades, pero de la manera que Él considere mejor para usted.
Dios recompensa a las personas que se paran firmes en el Señor. Seremos felices y tendremos una buena actitud, sabiendo que es Dios quien dirige nuestros pasos. Él tiene el control de todo, Dios todavía está sentado en el trono.
Pablo estaba contento porque pudo ver la vida desde la perspectiva de Dios. Se concentró en lo que se suponía que debía hacer, no en lo que sintió que debía tener. Tenía sus prioridades definidas y estaba agradecido por cada cosa que Dios le había dado. Pablo se había despegado de las cosas no esenciales a fin de poder concentrarse en lo eterno. Casi siempre el deseo de más o mejores posesiones es en realidad un anhelo vehemente de llenar un espacio vacío en nuestras vidas. ¿A qué se siente atraído cuando siente un vacío interior? ¿Cómo puede hallar verdadera satisfacción? La respuesta radica en su perspectiva, en sus prioridades y en su fuente de poder.
¿Podemos en realidad hacer todo? El poder que recibimos en nuestra unión con Cristo es suficiente para hacer su voluntad y enfrentar los desafíos que surgen al comprometernos en realizarla. Él no nos concede habilidades superhumanas para lograr cualquier cosa que podamos imaginar sin prestar atención a sus intereses. En la medida que contendamos por la fe, enfrentaremos problemas, presiones y pruebas. Cuando esto acontezca, pídale a Cristo que lo fortalezca.
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Es importante destacar que el énfasis no descansa tanto en las capacidades personales como en la voluntad de permitir al poder de Cristo sostenernos en las dificultades y necesidades, y engrandecer el gozo de la abundancia y la prosperidad. Tal fe constituye un estimulante para confiar en la absoluta suficiencia de Cristo en todas las circunstancias de la vida. Las personas que caminamos con Cristo podemos soportarlo todo. Amén.
Feliz día, Dios los guarde y los proteja siempre.
Un abrazo.
Pastor Kike Escobar (WMF)
Unidad Internacional de Oración (UIO)
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