1 Samuel 20:2-3
“Él le dijo: De ninguna manera; no morirás. Mi padre no hace ninguna cosa, ni grande ni pequeña, que no me la descubra; ¿por qué, pues, me ha de ocultar mi padre este asunto? No será así. David volvió a jurar, diciendo: Tu padre sabe claramente que yo he hallado gracia delante de tus ojos, y dirá: Que Jonatán no sepa esto, para que no se entristezca. Pero, ¡vive el Señor y vive tu alma!, que apenas estoy a un paso de la muerte”.
¡Qué declaración! Y no solo era de esta manera en el tiempo de David, estimad@ amig@, sino que también es así en la actualidad. Sea que viajemos por un medio u otro y ante cualquier circunstancia que tengamos que vivir, usted y yo siempre estamos a solo un paso de la muerte. Hay solo la brevedad de un latido de corazón entre nosotros y la muerte, que puede llegar en cualquier momento. Es por eso que debemos estar preparados para pasar a la eternidad y a la presencia de Dios. ¡Cuántos son los que han hecho sus arreglos para esta vida, pero que nunca se han preparado para la próxima vida! ¿Es usted estimad@ amig@, uno de aquellos que confía en Cristo Jesús como su Salvador personal? Si usted muriera en este momento, ¿partiría usted para estar con el Señor? No aplace usted más el paso de aceptar a Cristo Jesús como su Salvador y Señor.
Volviendo ahora a nuestro devocional, leamos 1 Samuel 20:4: “Jonatán dijo a David: Haré por ti lo que desee tu alma”.
Jonatán fue un verdadero amigo para con David. Es maravilloso tener un amigo como Jonatán. En Proverbios 18:24 leemos: “El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amistoso; y amigos hay más unidos que un hermano”. Un hermano, apreciad@ amig@, puede abandonarle a uno algunas veces, sin embargo, un verdadero amigo nunca le abandonará. Se nos dice que un amigo o amiga, es como un hermano o hermana en tiempo de angustia. Una persona nos demuestra mejor su amistad cuando nos hallamos en dificultades. Cuando David se encontró en esa situación, Jonatán demostró que era su amigo y que estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para proteger a David.
La soledad está en todas partes. Mucha gente hoy en día se siente aislada o apartada de los demás. Estar en una multitud solo logra que la gente esté más consciente de su aislamiento. Todos necesitamos amigos que estén cerca, que escuchen, que se preocupen y brinden ayuda cuando se requiera, en las buenas y en las malas. Es mejor tener un amigo así que docenas de conocidos superficiales. En vez de desear poder encontrar un verdadero amigo, procure ser uno de ellos. Existen personas necesitadas de su amistad. Pida a Dios que se las revele y luego acepte el reto de ser un verdadero amigo.
Juan 15:15
“Ya no les digo siervos, porque un siervo no sabe los planes de su amo. Les digo “amigos” porque les di a conocer todo lo que escuché del Padre”.
Como Jesucristo es Señor y Amo, debiera llamarnos siervos; pero nos llama amigos. Cuánto consuelo y seguridad nos da que el Señor nos haya escogido como amigos de Cristo. Como Él es Señor y Amo, le debemos nuestra obediencia plena. Pero por sobre todo, Jesús nos pide que le obedezcamos por amor.
La terminología del siervo-maestro y del hijo-padre describe de una forma vívida la relación íntima que debe existir entre los creyentes, Cristo y el Padre. Pero ninguna tiene un sentido tan profundo como la que utilizó Jesús al llamar a sus discípulos amigos, porque ella encierra identificación y amor.
Hoy es un buen día para decirle a ese amig@, cuan valioso es para ti. No sabes lo maravilloso que se siente, el saber que existen personas que te admiran y valoran. No dejes terminar este día, sin expresarle a tu amig@ lo especial que es para ti.
Dios los guarde y los proteja siempre.
Pastor Kike Escobar (WMF)
Unidad Internacional de Oración (UIO)
Restoration Church UK
www.kikeescobar.com
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