Salmo 118:24
“Este es el día que hizo el Señor; Nos gozaremos y alegraremos en él”.
Cuando despertamos en la mañana, podemos escoger que tipo de día queremos tener. Podemos escoger estar de mal humor, o podemos escoger estar de buen humor. La felicidad es una elección.
Escoge la felicidad cada día. No importa los desafíos que estés enfrentando. No importa las circunstancias que te estén derribando, puedes escoger tu respuesta. El modo en que vivas tu vida es decisión tuya por completo. No depende de las circunstancias depende de tus elecciones.
Dios hizo todos los días para que fuéramos felices. Puedo ser feliz todos los días de la semana. Puedo ser feliz cuando llueve, cuando nieva, cuando hace calor, cuando hay mucho trabajo, cuando la situación no es buena. El simple hecho de amanecer vivo es motivo para ser feliz un nuevo día, muchos lamentablemente, no amanecen.
¿Por qué no tomas la decisión de ser feliz este día que hizo el Señor? no aceptes esos pensamientos negativos que el enemigo te envía cada mañana para amargarte el día. Eleva una oración a Dios y dile; “Gracias amado Padre Celestial por este maravilloso día que me realas hoy, voy a disfrutarlo y decido que este será un día estupendo”.
Decide no deprimirte hoy. Escoge tener una sonrisa hoy en tus labios. Proverbios 15:13 no enseña que “El corazón contento alegra el rostro; el corazón quebrantado destruye el espíritu”. Repite en voz alta conmigo; “Si tengo una sonrisa”. “Si tengo gozo”. “Si tengo el favor de Dios”. “Si tengo la victoria”.
Sabemos que algunos días son más difíciles que otros. Programemos nuestros pensamientos para estar felices y disfrutar de la vida cada día. La fe está siempre en el presente. Nuestra actitud debe ser; estoy emocionado por estar vivo en este día. Estoy emocionado por respirar hoy. Estoy emocionado por mi familia, mis discípulos, mi salud, mi salvación, por mi llamado y propósito de vida. Tengo muchas razones para estar feliz en este momento.
Filipenses 4:4-7
“Estén siempre llenos de alegría en el Señor. Lo repito, ¡alégrense! Que todo el mundo vea que son considerados en todo lo que hacen. Recuerden que el Señor vuelve pronto. No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús”.
Oremos a Dios; “Padre Celestial, me alegro en ti siempre. Diré de nuevo: ¡me alegraré en ti mi Señor! Eres un Dios asombroso e increíble. Te ruego que mi gentileza, que viene del poder de tu Espíritu Santo, sea conocida por todos. Señor, sé que estás cerca. Me has prometido que nunca me dejarás ni me abandonarás. Por eso no estaré ansioso por nada. Estás en el trono y confiaré en ti. En todo, Señor, mi oración y suplicas, con acción de gracias y alabanza, presentaré a ti. Señor, pido que tu paz, que sobrepasa todo entendimiento, guarde mi corazón y mis pensamientos en Cristo Jesús de los afanes y ansiedades de este día. En el poderoso nombre de tu Hijo Jesucristo te lo ruego. Amén”.
Feliz día, Dios los guarde y los proteja siempre.
Un abrazo.
Pastor Kike Escobar (WMF)
Unidad Internacional de Oración (UIO)
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