Jonás 4:9-11
“Entonces Dios dijo a Jonás: ¿Te parece bien enojarte porque la planta murió? ¡Sí, replicó Jonás, estoy tan enojado que quisiera morirme! Entonces el Señor le respondió: Sientes lástima por una planta, aunque tú no hiciste nada para que creciera. Creció rápido y murió rápido. Pero Nínive tiene más de ciento veinte mil habitantes que viven en oscuridad espiritual (no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda), sin mencionar todos los animales. ¿No debería yo sentir compasión por esta gran ciudad?”.
Jonás, en respuesta a la pregunta de Dios, se sintió totalmente justificado en su enojo sobre la destrucción de la planta que le daba sombra. Esto es considerando que la planta es solamente una planta, y Jonás no tenía ningún interés personal o inversión en la planta, excepto lo que ésta le proveía en ese momento.
Jonás cometió tres errores, los cuales las personas iracundas a menudo hacen. Cada uno de estos errores colocó a Jonás en un lugar peor, no en uno mejor.
• Jonás renunció.
• Jonás se separó a si mismo de los demás.
• Jonás se convirtió en un espectador.
“¡Sí, replicó Jonás, estoy tan enojado que quisiera morirme!”: Estas son las últimas palabras registradas de Jonás en este libro, pero agradecidamente no son las últimas palabras del libro. La compasión y misericordia de Dios aún obran con Jonás, enseñándole y guiándole al corazón de Dios.
¿Y no tendré yo piedad de Nínive? Cuanto más debiera estar preocupado Dios sobre la destrucción de personas, aquellos hechos a Su imagen, aun si fueran Asirios. La respuesta de Dios para Jonás le mostró al profeta que él en realidad no conocía a Dios tan bien como él pensaba.
Aquellos que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda son aquellos que son incapaces de hacer juicios morales, viven en oscuridad espiritual. La lección es clara: la preocupación de Dios por las personas va más allá de Su pueblo. La lección de Jonás nos recuerda que Dios es el Dios de todo ser humano.
La lección de Jonás es lo que él proclamó antes de ser liberado del gran pez: la salvación es del Señor (Jonás 2:9), y no de ninguna raza o nación o clase. Este es el mismo mensaje que Dios puso en claro para Pedro en Hechos 10:34-35: “En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia”.
La tradición Judía dice que después de que Dios dijo las palabras de Jonás 4:11, Jonás luego cayó con su rostro a tierra y dijo: “Gobierna tu mundo de acuerdo a la medida de la misericordia, como esta dicho, Del Señor nuestro Dios es el tener misericordia y el perdonar” (Daniel 9:9). Solamente podemos esperar que Jonás y nosotros, tengamos una respuesta tan humilde.
Dios mostró Su misericordia hacia Jonás a través de mucha preparación.
• El Señor preparó el gran pez (Jonás 1:17)
• El Señor preparó una planta (Jonás 4:6)
• El Señor preparó un gusano (Jonás 4:7)
• El Señor preparó un viento (Jonás 4:8)
Sin embargo, la verdadera obra de preparación sucedió en Jonás. Lo que Dios en realidad preparó fue una persona, un profeta. En este devocional, les sugerimos a algunos de ustedes que, soporten doble afrenta, para que Dios los pueda utilizar en doble utilidad. El Señor esta obrando en nosotros para sacar de nosotros alguna forma inusual de maldad la cual no se pueda sacar a menos que el Espíritu Santo haya utilizado estos misteriosos métodos para enseñarnos de una manera más completa la mente compasiva de Dios.
A veces la gente quisiera castigo y destrucción para las personas cuya perversidad parece merecer castigo inmediato. Pero Dios es más misericordioso de lo que nos imaginamos. Dios siente compasión por los pecadores que queremos que castigue, y busca la manera de que se acerquen a El. ¿Cuál es su actitud en cuanto a los perversos? ¿Quiere verlos destruidos? ¿O quiere que experimenten la misericordia y el perdón divino?
Dios salvó a los marineros cuando imploraron misericordia. Dios salvó a Jonás cuando oró dentro del pez. Dios salvó a los ninivitas cuanto aceptaron el mensaje del profeta Jonás. Dios contesta la oración de los que lo invocan. Siempre hace que se cumpla Su voluntad, y desea que todos se vuelvan a Él para salvarse. Una persona se salva cuando presta atención a las advertencias de Dios en la Biblia. Si reaccionamos con obediencia, Dios será bondadoso, y recibiremos su misericordia, no Su castigo. No podemos olvidar que en el plan de Dios, Él quiere que todos seamos redimidos.
La confusión de valores en la mente de Jonás se hace dolorosamente obvia. Dios lo desafía a considerar lo que valen los ninivitas. Que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda: Es un modismo que indica que los ninivitas, aun cuando no son moralmente inocentes, están indefensos y perplejos, sin saber cómo escapar del juicio divino. Sin un profeta, seguirían atrapados en su maldad. Tremendo esto.
Dios necesita hombres y mujeres dispuestos a servirle, así no entendamos lo que hacemos. Somos instrumentos en Sus Manos para ser utilizados cuando nuestro amado Dios nos necesite, y eso debe ser suficiente para nosotros.
Dios los guarde y los proteja siempre.
Pastor Kike Escobar (WMF)
Fundación ONG
Unidad Internacional de Oración (UIO)
Restoration Church UK
www.kikeescobar.com
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