2 Samuel 4:1-12 (por favor leer todo el texto Bíblico antes de continuar con el devocional)
Is-boset fue un hombre que obtenía valor de otro hombre (Abner) en vez de obtenerlo de Dios. Cuando Abner murió, Is-boset se quedó sin nada. En crisis y bajo presión, se derrumbó en temor. El miedo puede paralizarnos, pero la fe y la confianza en Dios pueden superar el temor. El apóstol Pablo le decía a Timoteo, “Por eso te recomiendo que avives la llama del don de Dios que recibiste cuando te impuse las manos. Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio” 2 Timoteo 1:6-7. Si confiamos en Dios, seremos libres para responder con valentía a los sucesos que ocurran a nuestro alrededor.
El rey David llamó a Is-boset “justo”. Como hijo de Saúl, Is-boset tenía razón para pensar que estaba en la línea directa para subir al trono. No era malvado al querer ser rey; por el contrario, simplemente fue muy débil para oponerse a la injusticia. Aun cuando David sabía que Is-boset no era el líder que se necesitaba para unir a Israel, no tenía ninguna intención de matarlo. Dios le había prometido el reino a David y él sabía que Dios cumpliría su promesa.
Is-boset no ganó ninguna lealtad real entre sus tropas, solo le fueron leales cuando pensaron que era fuerte y que tenía la posibilidad de quedarse con el trono de Saúl. Cuando fue expuesta la debilidad de Is-boset, Recab y Baana lo asesinaron.
Is-boset dormía sobre su lecho en su cámara: Esta siesta a mediodía no era inusual en esa parte del mundo, pero la ausencia de guardias apunta a lo descubierto que estaba Is-boset. Dormir a mediodía y sin guardia, habla de que era un hombre perezoso y confiado. Murió, por lo tanto, en su pereza, quien había vivido perezosamente todos sus días.
Cuando David se enteró de la muerte de Is-boset se puso furioso. Nunca había hecho ningún daño a Saúl, y pensó que el método de los asesinos era cobarde. David quería unir a Israel, no quería abrir un abismo entre él y los seguidores de Is-boset. Para demostrar que no tenía nada que ver con el exterminio del hijo real de Saúl, ordenó que los asesinos fueran ejecutados. Is-boset recibió una honrosa sepultura. Todas las tribus de Israel, reconocieron en el rey David al líder fuerte que necesitaban, y le prodigaron su lealtad. Sin duda alguna, la amenaza filistea y la reputación militar del rey David ayudaron, además, a unificar el pueblo.
A pesar de que Is-boset no era el ungido del Señor en el mismo sentido en que Saúl lo fue, David había aprendido plenamente a dejar que Dios tomara venganza. El rey David no aceptaría este perverso acto, aunque parecía servir para un buen propósito, unificar a Israel bajo el mandato de David como rey.
Pese a que es verdad que Dios prevalece sobre todas las acciones de los hombres, y en última instancia los guía a sus altos propósitos, es igualmente cierto que ningún siervo suyo puede consentir hacer el mal para que venga el bien.
El rey David rápidamente hizo un ejemplo de estos hombres asesinos. No eran soldados peleando junto a él; eran asesinos que merecían un castigo justo.
Con este acto de justicia, el rey David le mostró a todo Israel que él era un enemigo decidido de la destrucción de la familia de Saúl; y que nadie podría levantar su mano contra alguno de ellos sin encontrarse con un castigo digno.
Aunque el rey David también actuó en este caso con estricta justicia, no solo lo hizo para probarle a la gente que no había ordenado y aprobado el asesinato, sino por un sincero aborrecimiento de tales crímenes, y para mantener su conciencia libre de ofensas contra Dios y el hombre.
Dios los guarde y los proteja siempre.
Pastor Kike Escobar (WMF)
Unidad Internacional de Oración (UIO)
Restoration Church UK
www.kikeescobar.com
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