1 Samuel 15:22
“Samuel respondió: ¿Qué le agrada más al Señor: que se le ofrezcan holocaustos y sacrificios, o que se obedezca lo que él dice? El obedecer vale más que el sacrificio, y el prestar atención, más que la grasa de carneros”.
Éste es uno de los pasajes más notables de las Escrituras. Aquí vemos que Dios desechó a Saúl como rey debido a su rebelión y desobediencia. Éste es un mensaje importante para cualquiera que se considere un hijo de Dios. Hoy en día parece que está de moda un acercamiento informal y amistoso hacia el Señor Jesucristo. Por ejemplo, hay algunas canciones que se cantan en las que los creyentes manifiestan ser amigos de Jesús. Pero, debemos tener mucho cuidado de no crear una impresión errónea de Jesucristo al presentar nuestro compañerismo con Él usando este tipo de expresiones.
Cuando una persona expresa que, Jesús es amigo suyo, ¿qué es lo que quiere decir? En realidad, le está haciendo descender a su propio nivel. Si yo dijera que el presidente de mi país, por ejemplo, es un amigo mío, estaría colocándole en mi propio nivel. Pero supongamos que el presidente dijera por radio y televisión que yo soy su amigo; entonces eso me elevaría a su nivel. Cuando empezamos a hablar de Jesús como nuestro amigo, no estamos necesariamente expresando una realidad basada en la Biblia. El Señor Jesucristo dijo en el evangelio según San Juan 15:14, “Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando”. ¿Es usted obediente a Jesús? ¿Cómo puede alguno de nosotros atreverse a llamar a Jesús amigo si no le está obedeciendo? Y desobedecerle constituye una rebelión contra Dios.
Cuando uno se encuentra con alguien que es total y permanentemente desobediente al Señor, debemos concluir que tal persona de ninguna manera pertenece al Señor. Ahora, no estamos diciendo que las obras tengan algo que ver con la salvación. Estamos diciendo simplemente que si usted es hijo de Dios, habiéndole llegado a conocerle mediante Jesucristo, le obedecerá. Él también dijo en el mismo evangelio según San Juan 14:15, “Si me amáis, guardad mis mandamientos”.
Lo importante, es estar correctamente relacionado con el Señor Jesucristo. Ser hijo de Dios es conocerle de una manera muy personal. Eso es lo que distingue al cristianismo de todas las demás religiones del mundo. Usted puede ser miembro de cualquier religión sin conocer su fundador, pero usted no puede ser cristiano, sin conocer de una manera personal al Señor Jesucristo. Y conocerle es tener la vida eterna.
Un sacrificio era una transacción ritual entre el hombre y Dios que demostraba físicamente una relación entre ambos. Pero si el corazón de la persona no estaba completamente arrepentido o si no amaba verdaderamente a Dios, el sacrificio era un ritual vacío. Las ceremonias religiosas o los rituales son vacíos a menos que se lleven a cabo con una actitud de amor y obediencia. “Ser religioso” (ir a la iglesia, servir en una actividad, cumplir ritos, dar limosna u ofrendas) no basta si no practicamos nuestra devoción acompañados de la obediencia a Dios.
1 Samuel 15:23
“Rebelarse contra Dios es tan malo como consultar a brujos y adivinos. No está bien adorar a dioses falsos, ni tampoco desobedecer a Dios. Como tú no quieres nada con él, Dios tampoco quiere nada contigo”.
Es mucho más fácil traer un buey o un cordero para que sea quemado sobre el altar, que traer todo alto pensamiento a la obediencia de Dios, y toda voluntad a la sujeción de la voluntad de Dios. Ninguna cosa provoca tanto a Dios como la desobediencia, al poner nuestra voluntad en oposición a la suya. Por eso se la llama aquí rebelión y obstinación, y es tenida, respectivamente, por tan mala como la brujería y la idolatría. Vivir en desobediencia al verdadero Dios es equivalente a servir a otros dioses.
Desobedecer a Dios, es rechazarlo y rechazar sus mandamientos. Vuelve en amistad con El Señor y no seas rebelde.
Feliz día, Dios los guarde y los proteja siempre.
Un abrazo.
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