La sabiduría en nuestro cuerpo (segunda parte) por favor léelo hasta el final.
Una súplica para permanecer en el camino correcto.
Proverbios 4:20-27
“Hijo mío, está atento a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones. No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón; Porque son vida a los que las hallan, y medicina a todo su cuerpo. Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.
Aparta de ti la perversidad de la boca, y aleja de ti la iniquidad de los labios. Tus ojos miren lo recto, y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante. Examina la senda de tus pies, y todos tus caminos sean rectos. No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; Aparta tu pie del mal”.
Aparta de ti la perversidad de la boca: para permanecer en el camino de los justos, nosotros debemos prestar atención a lo que ellos hablan. Las palabras engañosas y perversas se utilizan para cubrir acciones engañosas y perversas, y para llevar a otros en el camino de los malvados. Si nosotros nos proponemos, nunca hablar de manera impura o perversa y decidiéramos, nunca hacer cosas que deban cubrirse con una boca engañosa, haríamos un gran esfuerzo para evitar las obras de los malvados. La rectitud controlará la lengua, evitando así el discurso retorcido. Este es el siguiente paso lógico; porque las palabras fluyen del corazón. De la abundancia del corazón habla la boca.
Los hábitos superficiales del habla reaccionan en la mente y el corazón; de modo que, por ejemplo, una charla cínica, necia, cuestionamientos en redes sociales, ligereza o falta de prudencia al hablar, medias verdades o mentiras piadosas, que consideramos normales en primer lugar, se endurecen en hábitos de pensamiento bien establecidos que afectan nuestro comportamiento real.
Tus ojos miren lo recto: a menudo nos alejamos del camino por prestar nuestros ojos a la distracción. Las anteojeras usadas en caballos les hacen mucho bien, y también nos harían bien a muchos de nosotros. Jesús dijo que si somos aptos para Su reino, debemos mantener nuestros ojos hacia adelante, sin distraernos de lado a lado o hacia atrás. “Pero Jesús le dijo: El que pone la mano en el arado y luego mira atrás no es apto para el reino de Dios”. Lucas 9:62.
Gran parte de la humanidad, le ha prestado los ojos a el dios del entretenimiento.
El hombre promedio no tiene un núcleo moral (espiritual) que lo asegure, no salta en su pecho, no hay fuerza interna en él que le ponga por encima de la necesidad de disparos psicológicos repetitivos que le den fuerza para vivir. Se ha vuelto un parásito en el mundo, trazando su vida en el ambiente, sin poder vivir un día lejos de las apariencias que la sociedad le brinda.
Estamos viviendo en la “'era de la información”', pero ciertamente no estamos viviendo en la “era de la sabiduría”'. Muchas personas que son magos con sus computadoras parecen ser amateurs cuando se trata de triunfar fuera de sus vidas.
Para los millones que no pueden vivir sin la diversión, la vida sin alguna forma de entretenimiento es simplemente intolerable, ellos buscan el sustituto de la bendición proporcionado por un profesional del entretenimiento y otras formas de narcóticos psicológicos al igual que un adicto dopado busca su dosis diaria de heroína. Sin ella no tiene motivación para encarar la existencia.
El abuso de algo inofensivo es la esencia del pecado, el crecimiento del área de diversión en la vida del ser humano hasta proporciones fantásticas, es asombroso, una amenaza para el alma del hombre moderno. Se ha edificado un gran alboroto de millones de dólares con gran poder sobre la mente y el carácter de las personas con mayor influencia que cualquier otra influencia educacional sobre la tierra. Lo siniestro de este poder, de este dios, es su tendencia casi exclusivamente maligna, descomponiendo la vida interior de las personas y las familias.
El gran dios del entretenimiento, entretiene a sus devotos mayormente contándoles historias falsas, distrayéndolos de la realidad de la vida, robándoles el tiempo con sus familias y sus seres queridos. Las redes sociales, los canales de cines, las series, las novelas, los juegos en línea, en fin, la tecnología está distrayendo al mundo. El enemigo está usando la tecnología, los placeres temporales y el amor al dinero y las posesiones materiales para alejar la gente de Dios.
Los padres han perdido el control sobre sus hijos, no saben en que se están divirtiendo sus hijos. La virtualidad está acabando con los deportes y actividades físicas en los niños, los jóvenes y los adultos.
Los placeres terrenales están cada vez separando más a le gente de Dios.
Desde que se crearon las redes sociales, se incrementaron los adulterios, los engaños, las separaciones. Aumento la pornografía. Los juegos de azar, el dios del entretenimiento está separando y destruyendo las familias que son el núcleo de una sociedad sana.
Examina la senda de tus pies (tu camino): si uno considerara el destino de su camino actual, llevaría a una vida mucho más sabia. Cuando reflexionamos cuidadosamente hacia dónde nos dirigimos, nos ayuda a establecer una sabia dirección y nos ayuda a no desviarnos a la derecha o a la izquierda. Debemos cuidar que cada paso se ajuste a una manera correcta de actuar; un paso en falso podría ser fatal. Tu pie llama la atención a cada paso que tomas en el camino de la vida.
Es de particular interés Proverbios 4:27, la advertencia de no desviarnos hacia la derecha ni hacia la izquierda. Deuteronomio 5:32; Deuteronomio 17:11; Deuteronomio 28:14; y Josué 23:6 son similares. La idea es que uno no debe distraerse del camino de la sabiduría.
Isaías 33:15-16
“Los que son honestos y justos, los que se niegan a obtener ganancias por medio de fraudes, los que se mantienen alejados de los sobornos, los que se niegan a escuchar a los que traman asesinatos, los que cierran los ojos para no ceder ante la tentación de hacer el mal; éstos son los que habitarán en las alturas. Las rocas de los montes serán su fortaleza; se les proveerá alimentos, y tendrán agua en abundancia”.
El profeta Isaías, nos da ejemplos de cómo podemos demostrar nuestra justicia y rectitud: rechazar ganancias recibidas por extorsión y sobornos, negarnos a escuchar planes de acciones malas y cerrar nuestros ojos al mal. Si somos justos en nuestras relaciones, moraremos con Dios y El suplirá nuestras necesidades.
Boca, labios, ojos, y pies, son símbolos asociados a la comunicación, la atención y la conducta. Aplica la sabiduría a tu cuerpo, valora y protege tu mente, emociones y voluntad. ¡Cómo se hubiera beneficiado Salomón si hubiera seguido su propio consejo!
Dios los guarde y los proteja siempre.
Pastor Kike Escobar (WMF)
Fundación ONG
Unidad Internacional de Oración (UIO)
Restoration Church UK
www.kikeescobar.com
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