Proverbios 3:19-20
“Con sabiduría el Señor fundó la tierra, con entendimiento creó los cielos. Con su conocimiento se abrieron las fuentes profundas de la tierra e hizo que el rocío se asiente bajo el cielo de la noche”.
En Su obra de creación, Dios mostró Su gran sabiduría. Esto es notable tanto en las características grandes como en los pequeños detalles de la creación. El universo que nos rodea tiene las marcas de un Diseñador brillante, cuyo diseño, nos muestra su inmensa sabiduría.
La autorrevelación de Dios a través de su creación, es un tema importante de analizar, en el libro de los Romanos 1:18-20, dice; “Pero Dios muestra su ira desde el cielo contra todos los que son pecadores y perversos, que detienen la verdad con su perversión. Ellos conocen la verdad acerca de Dios, porque él se la ha hecho evidente. Pues, desde la creación del mundo, todos han visto los cielos y la tierra. Por medio de todo lo que Dios hizo, ellos pueden ver a simple vista las cualidades invisibles de Dios: Su poder eterno y Su naturaleza divina. Así que no tienen ninguna excusa para no conocer a Dios”.
¿Posee alguien excusa para no creer en Dios? La Biblia responde con un enfático no. Dios ha revelado su existencia a través de la naturaleza. Cada persona, por lo tanto, debe aceptar o rechazar a Dios. No sea negligente. Cuando llegue el día en que deba ser juzgado por lo que haya escogido, no habrá excusa. Empiece a darle hoy su devoción y adoración a Dios.
¿Qué tipo de Dios nos revela la naturaleza? La naturaleza nos muestra un Dios poderoso, inteligente, minucioso, un Dios de orden y hermosura; un Dios que controla todas las cosas. Esta es Su revelación general. A través de Su revelación especial (la Biblia y la venida de Jesús), aprendemos acerca del amor, el perdón y la vida eterna que Dios ofrece. En Su gracia se nos ha revelado de estas dos maneras, para que podamos creer en El.
Esta sección del libro de los Proverbios nos muestra que la sabiduría que dirige la vida es la misma sabiduría que creó el universo; rendirse a la sabiduría de Dios es ponerse en armonía con la creación y el mundo que nos rodea.
“Afirmó los cielos con inteligencia”: la sabiduría creadora de Dios se ve en los más pequeños detalles de una célula, pero también en la majestuosidad expansiva de los cielos. En su gran entendimiento, Dios creó un universo al que algunos llaman “adecuado”. Según los físicos y científicos, vivimos en un universo adecuado y correcto.
El universo tiene una fuerza gravitacional justa y correcta. Si fuera más grande, las estrellas estarían demasiado calientes y se quemarían demasiado rápido y de manera demasiado desigual como para sustentar la vida. Si fuera más pequeño, las estrellas permanecerían tan frías que la fusión nuclear nunca se encendería, y no habría calor ni luz. El universo tiene una velocidad de luz justa y correcta. Si fuera más grande, las estrellas enviarían demasiada luz. Si fuera más pequeño, las estrellas no enviarían suficiente luz.
El universo tiene una distancia promedio justa entre las estrellas. Si fuera más grande, la densidad del elemento pesado sería demasiado delgada para que se formen los planetas rocosos, y solo habría planetas gaseosos. Si fuera más pequeño, las órbitas planetarias se desestabilizarían debido a la atracción gravitacional de otras estrellas.
Con Su ciencia los abismos fueron divididos: es probable que se trate de una referencia a lo que sucedió en el diluvio descrito en los días de Noé (Génesis 7:11). Dios sabía que tal juicio era necesario y sabía cómo hacer que sucediera. Los cambios ecológicos radicales sugeridos por el diluvio de Noé posiblemente pusieron en movimiento el sistema hidrológico moderno de nuestra tierra (Y destilan rocío los cielos).
“Y destilan rocío los cielos”: El viento del oeste después de la puesta del sol trae suficiente humedad del mar que durante la noche cae en abundante rocío (tal como Cantares 5:2). En el verano casi sin lluvia de Canaan, la tierra dependía de esta humedad para la vida, por lo que el rocío impresionó más a los orientales que a los occidentales que, teniendo una cantidad de lluvia más abundante, tienen menos dependencia del rocío.
Leamos este articulo científico, publicado 1 agosto titulado, ¿Cuáles son los limites de nuestro universo? Es posible que el universo sea infinito, pero existen bordes que nunca podremos cruzar y lugares que nunca podremos alcanzar, aunque logremos movernos a la velocidad de la luz. Es común referirse a distancias astronómicas en años luz. Un año luz es la distancia que la luz recorre en un año, aproximadamente 9.000.000 millones de kilómetros. El diámetro de la Vía Láctea es de 900.000 billones de kilómetros y la distancia a Andrómeda de 22.500.000 billones de kilómetros. Estas distancias son enormes, a pesar de que Andrómeda es parte del grupo de galaxias que llamamos el grupo local, es decir, nuestro vecindario. Lo cierto es que el universo es tan grande que no podemos verlo en su totalidad, porque en sus 13.800 millones de años de vida, hay regiones cuya luz no ha tenido tiempo de llegar hasta nosotros.
Para terminar este devocional de hoy, los dejo con las palabras del científico y astrónomo Johannes Kepler, “Te doy las gracias a ti, Dios Señor y creador nuestro, porque me dejas ver la belleza de tu creación, y me regocijo en la obra de tus Manos. Mira, ya he concluido la obra a la que me sentí llamado; he cultivado el talento que Tú me diste; he proclamado la magnificencia de tus obras a los seres humanos que lean esta demostraciones, en la medida en que pudo abarcar la limitación de mi espíritu”. Kepler, la armonía del universo.
Dios los guarde y los proteja siempre.
Pastor Kike Escobar (WMF)
Fundación ONG
Unidad Internacional de Oración (UIO)
Restoration Church UK
www.kikeescobar.com
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