Proverbios 3:31-35
“No envidies a las personas violentas, ni imites su conducta.
El Señor detesta a esa gente perversa; en cambio, ofrece su amistad a los justos.
El Señor maldice la casa del perverso, pero bendice el hogar de los justos.
El Señor se burla de los burlones, pero muestra su bondad a los humildes.
Los sabios heredan honra, ¡pero los necios son avergonzados!”.
La sabiduría nos enseña que aunque el camino de los malvados puede parecer bueno y en ocasiones envidiable, no debemos elegir ninguno de sus caminos. En honor a Dios, en amor a los demás y en la sabiduría de la vida, nunca debemos oprimir a los demás.
Sigamos el mensaje de Jesucristo en Mateo 10:25-28;
“Los alumnos deben parecerse a su maestro, y los esclavos deben parecerse a su amo. Y, si a mí, el amo de la casa, me han llamado príncipe de los demonios, a los miembros de mi casa los llamarán con nombres todavía peores.
No tengáis miedo, pero no tengan miedo de aquellos que los amenazan; pues llegará el tiempo en que todo lo que está encubierto será revelado y todo lo secreto se dará a conocer a todos.
Lo que ahora les digo en la oscuridad grítenlo por todas partes cuando llegue el amanecer. Lo que les susurro al oído grítenlo desde las azoteas, para que todos lo escuchen.
No teman a los que quieren matarles el cuerpo; no pueden tocar el alma. Teman sólo a Dios, quien puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el infierno”.
No debemos envidiar ni imitar al opresor porque Dios sabe cómo y cuándo juzgar a tal malvado. Dios bendice el hogar de los justos, pero también desprecia a los despreciativos. La prosperidad temporal de los malvados nunca debería hacernos envidiarlos o imitarlos. El Señor aborrece la intriga, pero la gente sincera y recta, que conoce la virtud de la apertura y la simplicidad, tiene Su oído. Gloria a Dios.
“Él escarnecerá a los escarnecedores, se burlará de los burlones”, y a los humildes dará gracia: este maravilloso principio se repite tres veces en la Biblia (también en Santiago 4:6 y 1 Pedro 5:5). Muestra cómo el orgullo pone a Dios en oposición con nosotros, pero la humildad invita a la gracia de Dios.
Existe un sentido en el cual Salomón habló de la sabiduría y la humildad como estrechamente relacionadas. Aquellos que son lo suficientemente sabios como para ver a Dios como Él realmente es y vernos a nosotros mismos como realmente somos, tendrán una humildad natural y apropiada.
Los sabios heredarán la honra: cualquier exaltación que los malvados parezcan tener, es solo temporal. Su legado será vergonzoso, pero Dios tiene un destino de honra y gloria para Sus sabios y humildes. Gloria a Dios.
Heredaremos la honra: No tenerla solamente, sino heredarla, la tendremos como Su derecho propio, perfecto y perpetuo. Amén.
Dios los guarde y los proteja siempre.
Pastor Kike Escobar (WMF)
Fundación ONG
Unidad Internacional de Oración (UIO)
Restoration Church UK
www.kikeescobar.com
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