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Foto del escritorPs. Kike Escobar

Las consecuencias de elegir mal (por favor léelo todo hasta el final)

Dios los bendiga a todos. Específicamente, en este devocional de hoy, vamos a estudiar una parábola Bíblica la cual tiene razones prácticas que se deben tomar en cuenta cuando se tienen que realizar elecciones de personas para ocupar cargos públicos. Esta historia se puede aplicar también, para elegir personas para que una organización o asociación funcione debidamente, ya sea en la sociedad, en la empresa donde usted trabaja, o incluso en la congregación cristiana a la cual pertenecemos.


Jueces 9:8-15


“Cierta vez los árboles decidieron elegir un rey. Primero le dijeron al olivo: ¡Reina sobre nosotros! Pero el olivo se negó diciendo: ¿Dejaría yo de producir el aceite de oliva que bendice a Dios y a la gente, sólo para mecerme por encima de los árboles?


Entonces le dijeron a la higuera: ¡Reina sobre nosotros! Pero la higuera también se negó diciendo: ¿Dejaría yo de producir mi dulce fruto, sólo para mecerme por encima de los árboles?


Entonces le dijeron a la vid: ¡Reina sobre nosotros! Pero la vid también se negó diciendo: ¿Dejaría yo de producir el vino que alegra a Dios y a la gente, sólo para mecerme por encima de los árboles?


Finalmente todos los árboles le dijeron al espino: ¡Reina sobre nosotros! Y el espino les respondió a los árboles: Si realmente quieren que yo sea su rey, vengan a refugiarse bajo mi sombra. Si no, que salga fuego de mí y consuma los cedros del Líbano”.


¿Qué razones prácticas se deben tomar en cuenta cuando se tiene que elegir personas para cargos de eminencia?


Por medio de algunas observaciones al texto Bíblico citado hoy, vamos a compartir algunas razones prácticas para no dejar que dirija la zarza o los espinos. Esta parábola no es una leyenda, es un hecho histórico real, que utilizo Jotam para prevenir al pueblo de Israel de cometer un gran error, eligiendo a la persona equivocada.


El punto de esta parábola es: una persona productiva estaría demasiado ocupada haciendo el bien para perder tiempo con poderes políticos. Por otro lado, una persona inútil estaría contenta de recibir el honor, pero destruiría a la gente a la que va a gobernar. Jotam contó la historia de los árboles para ayudar al pueblo a establecer buenas prioridades y tomara buenas decisiones. No quería que designaran a un líder de poco carácter.


Cuando servimos en posiciones de liderazgo, debemos examinar nuestros motivos. ¿Queremos sólo la alabanza, el prestigio o el poder? En la parábola, los árboles buenos decidieron ser productivos y proporcionar beneficios a la gente. Asegúrese de que estas sean sus prioridades, cuando aspire a ser líder o a elegir un nuevo gobernante.


La promesa de la zarza o el espino, “abrigaos bajo de mi sombra”, tenía la intención de ser irónica y ridícula. La zarza o los espinos, son unos arbustos bajito y con espinas, y no ofrecen ninguna sombra a nadie, especialmente a la gente que en esta historia representan al pueblo. La zarza o los espinos, no producen nada, y en esta historia, advirtieron que serían un gobernador opresor y que destruirían a cualquiera que estuviera en desacuerdo con ellos. Debemos tener mucho cuidado con esto a la hora de elegir.


Una prueba del buen carácter de un hombre, es el ver cómo trata a aquellos que están en desacuerdo con él. Si su único deseo es el de destruir a aquellos que no están de acuerdo con él, entonces se parece a la zarza y los espinos, muchos puntos buenos, pero en realidad no tiene ninguna buena sustancia.


Finalmente en esta historia, la posición fue dada a la zarza y los espinos, lo cual no solamente no produjo nada de valor, y eran inservibles como madera, sin embargo, se convertían en una amenaza real para el granjero quien debía hacer guerra continúa contra sus invasiones y en tiempos de sequía, enciendan fuegos impetuosos.


En algunos lugares en ámbitos políticos, y hasta religiosos, se escogen a las personas incorrectas para llevar a cabo las funciones para las cuales son electas, pero finalmente ni cumplen su función. Es así como comienzan a aparecer líderes dispuestos a ser dirigentes que durante su liderazgo jamás darán los frutos esperados. Comienzan a aparecer líderes que por motivaciones incorrectas quieren gobernar sobre personas hacia quienes tienen intenciones maliciosas solo de causar algún daño. Son líderes tipo zarza o espinos. Son los líderes que no deben ser nunca elegidos para dirigir nada.


Según nuestra lectura Bíblica de hoy en el libro de los Jueces capítulo 9, ese fue el caso de Abimelec, la zarza que no debió ser electo por los siquemitas. En su discurso político ilustrado por Jotam su hermano menor, se puede oír su malicia en la amenaza cuando con carácter propio de la zarza les dice: “Si en verdad me elegís por rey sobre vosotros, venid, abrigaos bajo de mi sombra; y si no, salga fuego de la zarza y devore a los cedros del Líbano” (Jueces 9:15). Con estas palabras les estaba amenazando, que si no le apoyaban, de todas maneras era capaz de perjudicarlos tal como una zarza que si llega a ser incendiada, su fuego es capaz de quemar hasta el más imponente bosque de majestuosos cedros como lo eran los bosques del Líbano. Y lastimosamente esto fue lo que sucedió con Abimelec, porque el pueblo eligió mal.


Jueces 9:22-23 / un espíritu malo vino sobre él.


“Tres años después de que Abimelec comenzó a gobernar a Israel, Dios envió un espíritu malo que generó conflictos entre Abimelec y los ciudadanos prominentes de Siquem, quienes finalmente se rebelaron. Dios estaba castigando a Abimelec por haber asesinado a los setenta hijos de Gedeón, y a los ciudadanos de Siquem por apoyarlo en esa traición de asesinar a sus hermanos”.


“Dios le dio al diablo la comisión que entrara o trabajara en sus mentes y corazones; sabiendo que él mismo, y por sus propias inclinaciones, les llenaría con errores, y celos, y disensiones, y con ardor en el corazón, la cuales terminaría en guerras civiles y en ruina mutua”. Tremendo esto.


Este espíritu malo no era sólo una actitud de contienda, era un demonio. No era Satanás mismo, sino uno de los ángeles caídos bajo la influencia de Satanás. Dios usó este espíritu malo para traer juicio sobre Siquem. 1 Samuel 16:14 registra cómo juzgó Dios a Saúl de manera similar.


Jueces 9:49 / Abimelec les prende fuego.


“Entonces, siguiendo el ejemplo de Abimelec, cada uno de ellos cortó ramas. Amontonaron las ramas contra las paredes del templo y les prendieron fuego. Así murieron todos los que vivían en la torre de Siquem, unas mil personas, tanto hombres como mujeres”.


Con esto, Abimelec masacró a los últimos sobrevivientes de la ciudad de Siquem, matando como a mil hombres y mujeres. Esto cumplió gráficamente la advertencia de Jotam descrita anteriormente en el capítulo (Jueces 9:19-20).


“Esto es como si un hombre corriera hacia una pila o barril de pólvora, para asegurarse de un feroz fuego. Su pacto con Baal, esa imagen de celos, fue la causa de su ruina. Ellos vieron ese fuerte como una fortaleza y un santuario; pero no les salvó.”


Lastimosamente, la religión se ha convertido en un negocio de beneficios económicos. Esto está estrictamente prohibido en las Sagradas Escrituras. El sistema religioso de Dios está diseñado para que salga de una actitud humilde del corazón, no de planes calculados y oportunidades para negociar políticamente. Además también estaba diseñado para servir al pueblo y para ayudar a aquellos que estaban en necesidad, no para oprimir al necesitado.


Lo interesante de todo esto es que si los líderes zarzas o espinos no dan frutos, no toda la culpa es de ellos, sino de los que los eligen, pero más es culpa de los que deberían haber aceptado esa función pero no lo aceptaron. Claro, porque a falta de otros que podrían dirigir, que pueden tener más fruto, permitimos el gobierno de los que tienen el mal espíritu de la zarza o los espinos.


En todos los ámbitos de la actividad humana, se escuchan las quejas acerca de los malos dirigentes: en el gobierno de una nación, en el congreso, en las alcaldías, en las asociaciones gremiales, en los liderazgos estudiantiles, en las directivas de los padres de familia en las escuelas, en las juntas de vecinos, en los presbiterios, en los sínodos, en los concilios, y hasta en las Asambleas Generales de asociaciones religiosas cristianas, pero la culpa es de quienes los pusieron, y más de los que debieron estar en esas funciones pero no quisieron.


Por eso la gran pregunta es: ¿Por qué ese mal líder está allí, gobernando sobre ti? La respuesta es muy sencilla: Porque usted lo escogió, ya sea votando por él o no votando por otro mejor. O lo que es peor: porque usted no estuvo dispuesto a tomar esa función. Y si ese es el caso, usted no tiene ningún derecho a quejarse, porque usted que tiene buen fruto y un buen espíritu, pudiendo hacer la diferencia, ha preferido y elegido estar tan ocupado en sus quehaceres por lo que no tiene tiempo ni interés en gobernar o elegir sobre los asuntos que con usted pudieron haber sido mejor atendidos. Así, es como usted ha dejado que reine sobre usted mismo y sobre los demás a alguien con el espíritu perjudicial de la zarza o los espinos.


No se queje, ni critique, si ha elegido mal.Cuando los seres humanos idóneos rechazan las responsabilidades que Dios les da para ayudar en la conducción de la humanidad, están dejando que surjan dirigentes con el carácter perjudicial de la zarza, carácter encarnado en hombres y mujeres ambiciosos de poder, vanidosos, que gobiernan con soberbia y arrogancia, que ponen normas que ni ellos mismos están dispuestos ni preparados a cumplir.


La moraleja condensada de toda esta fábula es: hombres y mujeres débiles, sin valor, y perversos, serán los primeros en confiarse a sí mismos hacia el poder; y, al final, traerán la ruina sobre ellos mismos, y sobre el pueblo infeliz sobre los cuales ellos presiden.


Cuando Dios miró a Israel sumido en las tinieblas, con un rey sin carácter en el gobierno, tomando las decisiones incorrectas, él llamó a un varón conforme a su corazón y le ofreció el trono de esa nación y ese “varón” (David, un niño de 12 años) no se excusó alegando estar muy ocupado en su vida, sino que aceptó la comisión divina y empezó a prepararse para ser un buen gobernante. Y lo fue. El mejor que ha tenido Israel en toda su historia. No le dio lugar a la zarza o a los espinos. Así Dios llama a Sus hijos hoy, que acepten liderar con amor y responsabilidad, sobre todo a que elijan bien al rey que quieren que los gobierne.


Tú decides el futuro que quieres vivir. Tomemos buenas decisiones y elijamos bien. De tu Mano, Dios.


Dios los guarde y los proteja siempre.


Pastor Kike Escobar (WMF)

Fundación ONG

Unidad Internacional de Oración (UIO)

Restoration Church UK

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