Salmos 30:5
“Pues su ira dura solo un instante, ¡pero su favor perdura toda una vida! El llanto podrá durar toda la noche, pero con la mañana llega la alegría”.
Hay momentos en nuestras vidas cuando las cosas no están saliendo como queremos. Estamos orando y creyendo, pero las cosas nada mejoran, es una mala temporada para nosotros. En estas temporadas no podemos ver lo que Dios está haciendo. Dios está trabajando tras bambalinas, ÉL hace Su obra más grande en la oscuridad. Dios no se ha olvidado de nosotros.
En las temporadas malas, debemos recordarnos a nosotros mismos que todavía Dios tiene el control de todo. Solo porque no vemos que está sucediendo algo no significa que Dios no esté obrando.
Los tiempos difíciles son tiempos de prueba, tiempos de demostrar de que estamos hechos. Podemos escoger deprimirnos o podemos decir en oración; “Dios, no entiendo lo que está pasando, pero confió en ti. Sé que no eres solo el Dios de la luz del día, sino también el Dios de la noche y el Dios las temporadas malas”.
La noche es temporal, las temporadas malas son temporales. La enfermedad es temporal, la soledad es temporal, la adicción es temporal. Lo que podemos estar viviendo es temporal, no es permanente. Quizá no vea que suceda nada, pero Dios está trabajando. Atrévase a confiar en Él. Siga avanzando en fe, siga creyendo. Es solo cuestión de tiempo antes de que venga la mañana.
Dios pondrá de nuevo risa en nuestras bocas y gritos de alegría en nuestros labios. El Señor nos dice hoy, “estoy a punto de llenar tu boca de risa y tu vida de alegría”. La promoción está en camino, esto significa que Dios va hacer algo tan inusual, tan extraordinario, que estaremos tan sorprendidos que todo lo que podremos hacer es sonreír. Nuestro lloro se convertirá en baile y nuestro lamento en alegría.
Todos tenemos temporadas malas, tiempos que no comprendemos. Si vamos a magnificar algo, no magnifiquemos nuestros problemas, magnifiquemos a Dios. Deje de preocuparse, Dios tiene el control. Quizá en este momento es de noche, pero pronto amanecerá con las nuevas misericordias de Dios.
En las malas temporadas, necesitamos pasar las pruebas, cambiar donde necesitamos cambiar, tratar con esas áreas que Dios quiere que le entreguemos, Dios quiere que le obedezcamos aun cuando sea duro hacerlo, que perdonemos y pidamos perdón. Sin las temporadas malas, no llegaríamos a ser todo lo que Dios diseñó que fuéramos.
Usted y yo estamos a punto de subir a un nuevo nivel espiritual. No sigamos arrastrándonos, viviendo en la mediocridad. Fuimos diseñados para grandes cosas, comportémonos como verdaderos hijos de Dios. Mantengamos una buena actitud; todo lo que estamos viviendo es parte del proceso de Dios, Él está cambiando todo para bien, Dios no se ha olvidado de nosotros.
Feliz día, Dios os guarde y los proteja siempre.
Un abrazo.
Pastor Kike Escobar (WMF)
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