Juan 4:16-26
“Jesús le dijo: Ve y trae a tu esposo. No tengo esposo, respondió la mujer. Es cierto, dijo Jesús. No tienes esposo porque has tenido cinco esposos y ni siquiera estás casada con el hombre con el que ahora vives. ¡Ciertamente dijiste la verdad!
Señor, dijo la mujer, seguro que usted es profeta. Así que dígame, ¿por qué ustedes, los judíos, insisten en que Jerusalén es el único lugar donde se debe adorar, mientras que nosotros, los samaritanos, afirmamos que es aquí, en el monte Gerizim, donde adoraron nuestros antepasados?
Jesús le contestó: Créeme, querida mujer, que se acerca el tiempo en que no tendrá importancia si se adora al Padre en este monte o en Jerusalén. Ustedes, los samaritanos, saben muy poco acerca de aquel a quien adoran, mientras que nosotros, los judíos, conocemos bien a quien adoramos, porque la salvación viene por medio de los judíos. Pero se acerca el tiempo, de hecho, ya ha llegado, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. El Padre busca personas que lo adoren de esa manera. Pues Dios es Espíritu, por eso todos los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.
La mujer dijo: Sé que el Mesías está por venir, al que llaman Cristo. Cuando él venga, nos explicará todas las cosas. Entonces Jesús le dijo: ¡Yo soy el Mesías!”.
Probablemente, a causa de un error que cometimos, nos sintamos como si hubiéramos fracasado, como si hubiéramos echado a perder todo. Algunas veces traemos problemas a nuestras vidas. Tomamos malas decisiones, y el enemigo, el acusador, susurra en nuestros oídos: “No mereces la bendición, eres culpable, Dios no te va a ayudar”. Sin embargo, El Señor no desperdicia nada. Él sabe sacar lo bueno de cada situación. Probablemente no sea buena, pero Dios, puede hacer que coopere para bien.
A la primera persona que Jesús le dijo que ÉL era el Mesías, fue a esta mujer samaritana; una mujer que había tenido un pasado muy difícil, había cometido muchos errores y había pasado por algunas situaciones desagradables. Esta mujer fue usada por Dios como la primer mujer evangelista, fue la primera mujer en llevar el mensaje que Jesús era el Mesías. “La mujer dejó su cántaro junto al pozo y volvió corriendo a la aldea mientras les decía a todos: ¡Vengan a ver a un hombre que me dijo todo lo que he hecho en mi vida! ¿No será este el Mesías? Así que la gente salió de la aldea para verlo”. Juan 4:28-29
Esta mujer al haber estado casada cinco veces, era una mujer que se sentía cómoda alrededor de los hombres. Si hubiera sido una mujer callada o tímida, no hubiera predicado a tantas personas. Dios tomo lo que el enemigo había usado en su contra, su atrevimiento, su franqueza, y lo puso a su favor. Lo que nos ha metido en problemas en el pasado, Dios va a usarlo para hacer avanzar el Reino de Dios, de esta forma hace que el enemigo pague. Gloria a Dios.
Dios conoce como usar todo aquello por lo que hemos pasado. Él no desperdicia nuestras experiencias. Quizás hayamos tomado malas decisiones, sin embargo, Dios puede convertir todo nuestro desastre en Su mensaje. Él nos va a utilizar para ayudar a otros que están pasando por lo mismo que nosotros estamos pasando.
Nada será desperdiciado en las Manos de Dios, lo bueno, lo malo, lo doloroso, lo desagradable. Dios sabe cómo sacar bendición de los lugares tenebrosos y apestosos. Debemos mantener nuestra fe y confianza en Dios, sin importar la situación que estamos pasando. Más adelante en nuestro camino, seremos claves para ayudar a otros.
Feliz día, Dios los guarde y los proteja siempre.
Un abrazo.
Pastor Kike Escobar (WMF)
Unidad Internacional de Oración (UIO)
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