2 Samuel 22 / Salmo 18 (Es de suma importancia leer todo el pasaje Bíblico antes de continuar leyendo el devocional). Por favor léelo hasta el final.
Por muchas razones, la mayoría de los comentarios asumen que 2 Samuel 22 es un Salmo que David escribió y cantó muchos años antes y que fue insertado al final de 2 de Samuel fuera de su orden cronológico. Esto es posible, pero no necesariamente. El Salmo aparece casi como las últimas palabras de David. Por tanto, es un resumen de agradecimiento por todas las veces que Dios lo libró a lo largo de su larga vida de servicio. Todo creyente debería leer permanentemente esta porción Bíblica, fortalece mucho nuestras vidas.
Las palabras de este cántico: Con pequeñas variaciones, son el mismo Salmo 18. Es posible que David haya compuesto esta canción cuando era joven, tal vez cuando murió Saúl y recién tomó el trono, como se describe en 2 de Samuel 8:14, cuando David había sometido a todos sus enemigos, “Y el Señor dio la victoria a David por dondequiera que fue”. Sin embargo, en su vejez David podía mirar atrás con gran gratitud y cantar esta canción otra vez, viendo a su vida completa.
Si observamos, el Salmo 18 es extenso; y solamente hay tres Salmos más extensos en toda la colección (78, 89, y 119). La extensión está bien aplicada con el tema, así como esta descrito en su título. El mismo título es extenso, con uno que le excede en el Salterio (Salmo 60): “Al Músico Principal. Salmo de David, siervo del Señor, el cual dirigió al Señor las palabras de este cántico, el día que le libró el Señor de mano de todos sus enemigos, y de mano de Saúl. Entonces dijo”.
En el título David nos dice a quien se le escribe el Salmo: A Dios mismo, quien es el Músico Principal. Nos cuenta otra cosa de sí mismo, que debemos de considerarle siervo del Señor. Nos cuenta la ocasión por la que se escribió el Salmo; y quizás no posiblemente lo que sucedió inmediatamente después de la muerte de Saúl, sino también del periodo que le sigue a la entrega del trono a David. También nos cuenta algo de Saúl, quien de una amabilidad grande e inmerecida no es contado entre los enemigos de David (de mano de todos sus enemigos, y de mano de Saúl).
Este Salmo es virtualmente el mismo Salmo que David cantó al final de su vida, así como fue registrado en 2 Samuel 22. Es probable que David compuso este canto mientras fue joven; sin embrago, en su vejez David pudo voltear con gran gratitud y cantar de nuevo este canto, viendo toda su vida.
Este Salmo es un gran resumen de todo el carácter de David y su actitud a lo largo de toda su vida. Semejantes convicciones, de la absoluta soberanía del Señor, de su omnipotente poder para salvar, de la necesidad de obediencia de Su ley, y de la promesa de que en caso de tal obediencia, Él actúa por su pueblo, constituían la subyacente fuerza del carácter de David.
2 Samuel 22:2-3
“Cantó así: El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi salvador; mi Dios, mi roca, en quien encuentro protección. Él es mi escudo, el poder que me salva y mi lugar seguro. Él es mi refugio, mi salvador, el que me libra de la violencia”.
David apiló título sobre título al alabar a Dios. La obra de Dios sobre David era tan grande y amplia que no podía ser contenida en un título. En esta frase inicial, en la cual hemos hecho hincapié, el sentido de la verdad es reforzada por las palabras finales, “mía”. Con ellas el cantante revela el hecho de que todo lo que celebró en estas canciones era más que teoría, era experiencia.
David experimentó la liberación de Dios:
• Dios libró a David de Goliat.
• Dios libró a David de Saúl.
• Dios libró a David de recaer.
• Dios libró a David de los enemigos de Israel.
• Dios libró a David de Absalón.
• Dios libró a David de sus propias pasiones pecaminosas.
Aquí encontramos la razón más importante para alabar a Dios: Él es digno de ser alabado, del hebreo “halal” “alabar en voz alta”. Halal significaba primitivamente “hacer que Dios brille”. Con nuestra alabanza centramos la atención sobre nuestro Dios, digno y merecedor de ser alabado y glorificado. Mientras más nos concentremos en Dios, más brillaremos. La medicina moderna ha señalado el valor de llevar a una persona deprimida a una habitación bien alumbrada, reconociendo así que la luz ayuda en gran medida a sanar la depresión. ¡Cuánto más hará la alabanza para proporcionarnos la luz de Dios y brindarnos así su gozo!
Continuará……
Dios los guarde y los proteja siempre.
Pastor Kike Escobar (WMF)
Fundación ONG
Unidad Internacional de Oración (UIO)
Restoration Church UK
www.kikeescobar.com
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