1 Samuel 19:11-17
“Entonces Saúl mandó a varios hombres a casa de David, para que lo vigilaran durante la noche y lo mataran al día siguiente. Pero Mical, la esposa de David, le advirtió: Si no te pones a salvo esta noche, mañana serás hombre muerto. En seguida ella descolgó a David por la ventana, y así él pudo escapar.
Luego Mical tomó un ídolo y lo puso en la cama con un tejido de pelo de cabra en la cabeza, y lo cubrió con una sábana. Cuando Saúl mandó a los hombres para apresar a David, Mical les dijo: «Está enfermo. Pero Saúl los mandó de nuevo a buscar a David: Aunque esté en cama, ¡traédmelo aquí para matarlo!
Al entrar en la casa, los hombres vieron que lo que estaba en la cama era un ídolo, con un tejido de pelo de cabra en la cabeza. Entonces Saúl le preguntó a Mical: ¿Por qué me has engañado así? ¿Por qué dejaste escapar a mi enemigo? Ella respondió: Él me amenazó con matarme si no lo dejaba escapar”.
Las etapas siguientes en la historia de David se caracterizan por constantes huidas ante la implacable persecución de Saúl. No le es posible a David descansar en un solo lugar por mucho tiempo; profeta, sacerdote, enemigo nacional: ninguno puede ofrecerle refugio, y los que le ofrecen ayuda son cruelmente castigados por un rey enloquecido de rabia.
Otra tentativa infructuosa de Saúl de matar a David con su lanza fue seguida por un intento de arresto, que se vio frustrado por una estratagema de Mical, la esposa de David. Un rasgo notable de este período en la vida de David es la manera en que los dos hijos de Saúl, Jonatán y Mical, se aliaron con David contra su propio padre.
Para salvar la vida de David, Mical practicó una estrategia especial para engañar a Saúl y a quienes él usaba como instrumento de su crueldad. Cuando se abrieron por la mañana las puertas de la casa y no apareció David, los mensajeros registraron la casa, pero Mical se adelantó a decirles que David estaba en cama enfermo, y si así lo deseaban, podían verle, pues ella había puesto en la cama una imagen de madera y la había acomodado de tal manera que pareciera como que David estaba en cama necesitado de calor y abrigo y en condiciones que aconsejaban que no se le hablase; el pelo de cabra sobre la almohada era para simular el pelo de David, a fin de mejorar el engaño.
Cuando Saúl se enteró, dio una orden tajante: Traédmelo en la cama para que lo mate. Sin embargo, cuando volvieron de nuevo los mensajeros, se descubrió el engaño. Más para entonces se hallaba David a salvo y Mical inventó ahora una mentira para justificarse de la huida de David.
Considerando que Samuel había ungido a David como rey; su propia vida también estaba en peligro. Como Saúl estaba abiertamente tratando de matar a David, David se convirtió así, en un hombre constantemente perseguido. Ahora, ¿Cuál sería el futuro para David en aquellos momentos? Andaría como un rey fugitivo hasta la muerte de Saúl.
David tuvo la bendición de tener amigos. La amistad con Jonatán fue un acto providencial de Dios para David. Supo esperar con paciencia y en obediencia para asumir su investidura de rey. Fue un rey fugitivo muchas veces, mientras esperaba. Aprendió de sus errores. Alguien dijo: “Aprender de los errores es el primer paso para enfrentarlos”.
Continuará…….
Dios los guarde y los proteja siempre.
Pastor Kike Escobar (WMF)
Unidad Internacional de Oración (UIO)
Restoration Church UK
www.kikeescobar.com
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