1 Samuel 3:12-21
“Entonces Abner envió unos mensajeros a decirle a David: ¿A quién le pertenece la tierra, sino a ti? Haz un pacto conmigo, y yo te apoyaré para hacer que todo Israel se ponga de tu parte. Muy bien, respondió David. Haré un pacto contigo, pero con esta condición: Cuando vengas a verme, trae contigo a Mical hija de Saúl. De lo contrario, no te recibiré. Además, David envió unos mensajeros a decirle a Isboset hijo de Saúl: Devuélveme a mi esposa Mical, por la que di a cambio cien prepucios de filisteos.
Por tanto, Isboset mandó que se la quitaran a Paltiel hijo de Lais, que era su esposo, pero Paltiel se fue tras ella, llorando por todo el camino hasta llegar a Bajurín. Allí Abner le ordenó que regresara, y Paltiel obedeció.
Luego Abner habló con los ancianos de Israel. Hace tiempo que vosotros queréis hacer rey a David, les dijo. Ya podéis hacerlo, pues el Señor le ha prometido: “Por medio de ti, que eres mi siervo, libraré a mi pueblo Israel del poder de los filisteos y de todos sus enemigos”. Abner habló también con los de Benjamín, y más tarde fue a Hebrón para contarle a David todo lo que Israel y la tribu de Benjamín deseaban hacer.
Cuando Abner llegó a Hebrón, David preparó un banquete para él y los veinte hombres que lo acompañaban. Allí Abner le propuso a David: Permitidme mi señor convocar a todo Israel para que haga un pacto contigo, y así tu reino se extenderá a tu gusto. Con esto, David despidió a Abner, y este se fue tranquilo”.
Mical había estado casada con David. El rey Saúl había arreglado el matrimonio como recompensa por las hazañas de valor de David. Más tarde, sin embargo, en uno de sus arranques de celos, Saúl le quitó a Mical y la forzó a casarse con Palti. Ahora David quería que le devolvieran la esposa antes de comenzar a negociar la paz con las tribus del norte. Quizá David todavía la amaba. Muy probablemente, pensó que el matrimonio con una hija de Saúl fortalecería su reclamo para gobernar todo Israel y demostrar que no guardaba rencor hacia la casa de Saúl. Palti fue la víctima infortunada atrapada en la telaraña de los celos de Saúl.
Aparentemente, David no había terminado con su agregar esposas a su colección. Insistir en recibir a Mical como su esposa otra vez, tiene por al menos tres razones:
1. David recordaba que Mical era su esposa, tanto por amor como por derecho, y que el rey Saúl se la había arrebatado como parte de una estrategia deliberada para atacar y destruir a David.
2. David quería demostrar que no guardaba resentimiento contra la casa de Saúl, y mostraría esto a través de su buen trato a la hija de Saúl.
3. A pesar de lo angustiante que pudo haber sido arrebatarla de un esposo que la amaba tiernamente, la prudencia y la política requerían que fortaleciera su propio interés en el reino tanto como le fuera posible.
Debido a que Saúl, Is-boset y Abner eran todos de la tribu de Benjamín, el apoyo de los ancianos de esa tribu significaba que Abner hablaba en serio acerca de su oferta. Existía una fuerte posibilidad de superar las rivalidades entre las tribus y unir el reino.
Y habló Abner con los ancianos de Israel: Es significativo que este mensaje sobre David viniera de Abner en vez de venir del mismo David. Aunque él era el rey legítimo, David no reinaría sobre Israel hasta que ellos se sometieran a él libremente. Nunca se movió un centímetro sin invitación.
Esta es una ilustración del señorío de Jesucristo en nuestras vidas. Él es de hecho el Rey de Reyes y Señor de Señores. Pero decide (en su mayor parte) ejercer su soberanía solo con nuestra invitación. Algunos no invitan a Jesucristo a reinar sobre nada. Algunos invitan a Jesús a reinar sobre un área pequeña, como “Hebrón”. Algunos le entregan a Jesús el reino sobre todo lo que él tiene autoridad, lo cual es todo.
En este devocional podemos observar cómo los mismos principios que aplica Israel para aceptar a David como rey también aplican a nuestra relación con Jesucristo. Los Israelitas tal vez hablaran sobre hacer a David rey, pero no lo coronaban. Tal vez se reunieran y dijeran que así lo deseaban, pero eso no lo haría rey. Tal vez fuera generalmente admitido que él debía ser monarca, y que incluso desearan seriamente que un día lo fuera, pero eso no lo haría rey, algo más decidido debe hacerse.
Mientras más pronto se haga mejor. Hasta que se haya hecho, aún está deseado; hasta que Jesucristo no haya sido aceptado como nuestro Rey, hasta que el pecado sea odiado y Jesucristo aceptado, usted y yo estaremos bajo otro rey. Como sea que usted lo considere, el diablo será su amo y rey.
El hecho de que Abner, que era un general, no un erudito de la Biblia, conociera estas profecías y el hecho de que les pudiera pedir a los líderes de Israel que las consideraran, significa que estas profecías sobre David eran bastante conocidas. Tristemente, no eran bastante obedecidas, la mayoría de Israel estaba indiferente y sin entusiasmo ante la idea de recibir a David como rey.
En este sentido, David prefigura a su más grande Hijo. Jesucristo cumplió toda clase de profecías sobre el Mesías; sin embargo, fue rechazado por todos con excepción de un pequeño remanente de Israel.
Dios los guarde y los proteja siempre.
Pastor Kike Escobar (WMF)
Unidad Internacional de Oración (UIO)
Restoration Church UK
www.kikeescobar.com
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