Deuteronomio 31:1-8
“Cuando Moisés terminó de dar esas instrucciones a todo el pueblo de Israel, dijo: Ya tengo ciento veinte años y no puedo seguir guiándote. El Señor me dijo: “No cruzarás el río Jordán”. Sin embargo, el Señor tu Dios sí cruzará delante de ti. Él destruirá a las naciones que viven allí, y tú tomarás posesión de esa tierra. Josué te guiará para cruzar el río, tal como el Señor prometió.
El Señor destruirá a las naciones que viven en esa tierra, tal como destruyó a Sehón y a Og, los reyes de los amorreos. El Señor te entregará a los que viven allí, y tú tendrás que hacer con ellos lo que te ordené. ¡Así que sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni sientas pánico frente a ellos, porque el Señor tu Dios, él mismo irá delante de ti. No te fallará ni te abandonará.
Luego Moisés mandó llamar a Josué y, en presencia de todo Israel, le dijo: ¡Sé fuerte y valiente! Pues tú guiarás a este pueblo a la tierra que el Señor juró a sus antepasados que les daría. Tú serás quien la repartirá entre ellos y se la darás como sus porciones de tierra. No temas ni te desalientes, porque el propio Señor irá delante de ti. Él estará contigo; no te fallará ni te abandonará”.
Moisés se está despidiendo del pueblo, que había guiado de la Mano de Dios durante más de cuarenta años. Y las palabras que les comparte, son palabras de motivación para conquistar la tierra prometida por Dios.
Debemos ser fuertes y valientes para tomar y conquistar la tierra prometida. ¿Cuál es la garantía que Dios nos da para conquistarla? Que Él destruirá a todos aquellos que se opongan y se levanten en nuestra contra como gigantes.
Existieron dos reyes que se le opusieron al pueblo de Dios en el camino. Uno fue el rey Sehón o Sijón que significa “arrancar o arrasar”, el cual se opuso al paso del pueblo en el camino a la tierra prometida. Es un mundo espiritual de oposición, que cierra los caminos con problemas y contratiempos, para luego destruir y arrasar con todo. Es un tipo de emboscada.
El otro rey es Og, su nombre significa “largo de cuello” o “gigante”. Este rey se aprovechaba de su estatura para intimidar al pueblo de Dios. Es un espíritu de orgullo muy fuerte, que ruge como el león para intimidar a sus presas y luego devorarlas.
Estos dos reyes fueron vencidos por El Señor y fueron expuestos por Moisés como testimonio, para motivar al pueblo a conquistar la tierra prometida. Seamos fuertes y valientes, nos dice el Señor en este día. El enemigo ataca con espíritus de miedo y espíritus de desánimo, para que el fuerte se sienta débil y el valiente se llene de cobardía. Sin embargo el Señor nos dice hoy; “Conviertan en espadas sus herramientas para sembrar, y en lanzas las herramientas que usan para podar. Que el miedoso diga: Soy valiente” Joel 3:10. Que el débil diga, fuerte soy, y enfrente el enemigo en la batalla de la Mano de Dios.
2 Timoteo 1:7
“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”.
Timoteo estaba experimentando gran oposición a su mensaje y a él mismo como líder. Su juventud, su asociación con el apóstol Pablo y su liderazgo se hallaban bajo fuego por parte de creyentes y no creyentes. El apóstol Pablo como Moisés con Josué, lo anima a mantenerse firme y nos anima a mantenernos firmes. Cuando permitimos que la gente nos intimide, neutralizamos nuestra efectividad para con Dios, perdemos autoridad y el enemigo se fortalece. El poder del Espíritu Santo puede ayudarnos a vencer nuestro temor de lo que alguien pueda decir o hacernos, y así continuar haciendo la obra que Dios nos ha delegado.
El apóstol Pablo menciona en este versículo, tres características del líder cristiano efectivo:
· Poder, en “la llenura del Espíritu Santo”.
· Amor, “el perfecto amor echa fuera el temor”.
· Dominio propio, “carácter y autoridad para enfrentar el enemigo”.
El Espíritu Santo vive en nosotros. Sigamos Su guía cada día y nuestras vidas, mostrarán más efectivamente estas tres características, en el lugar donde nuestro Padre Celestial nos ha colocado. De esta manera, podremos conquistar nuestra tierra prometida, como Moisés lo anhelaba. Amén.
Dios los guarde y los proteja siempre.
Un abrazo.
Pastor Kike Escobar (WMF)
Unidad Internacional de Oración (UIO)
Restoration Church UK
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