Santiago 4:14
“¿Cómo saben qué será de su vida el día de mañana? La vida de ustedes es como la neblina del amanecer: aparece un rato y luego se esfuma”.
La vida es corta por mucho que vivamos. No nos engañemos al pensar que tenemos mucho tiempo para vivir por Cristo, para disfrutar con nuestros seres queridos o para hacer lo que sabemos que debemos hacer. ¡Vivamos para Dios hoy! Luego, sin que importe cuánto dure nuestra vida, habremos cumplido con el propósito que Dios tenía para nosotros.
Debemos sacar tiempo para las personas que Dios ha puesto en nuestras vidas. Ellos no siempre estarán ahí. Según esta palabra del apóstol Santiago, estamos aquí un momento como la neblina y después nos hemos ido.
Aprovecha cada día para decirle a tus seres queridos cuanto significan para ti. No solo a tus familiares, sino también a tus amigos, hermanos en la fe, personas que consideras valiosas y no se los has demostrado. Debemos tomar tiempo para la gente que Dios ha puesto en nuestras vidas. No esperemos que no estén para valorarlos.
Salmo 144:4
“El ser humano es como un suspiro, su vida es como una sombra que desaparece rápidamente”.
Dicen los rabinos: ¡Ojalá fuese la vida como la sombra que proyecta una pared o un árbol, pero es como la sombra de un pájaro que vuela!
Enfoquémonos en lo verdaderamente importante. Muchas personas en este tiempo se están ganando la vida, sin embargo, no están disfrutando de su vida. Trabajan todo el tiempo, viven estresadas, llevan tensión a sus casas y están demasiado ocupadas, que olvidan disfrutar de lo que Dios les ha dado y de las personas que Dios ha puesto a su lado.
Si no hacemos que nuestras familias y aquellos a quienes queremos sean una prioridad de la que disfrutar, con quienes pasar tiempo, en quienes invertir, entonces habremos perdido lo más importante. Si pasamos más tiempo invirtiendo nuestra vida en otras cosas diferentes a nuestras familias y seres queridos, podríamos terminar siendo personas muy solitarias y fracasadas.
No permitamos que nuestras vidas pasen volando sin disfrutarla. Saquemos tiempo para apreciar a esas personas valiosas que Dios ha puesto a nuestro alrededor. Valoremos en vida las personas.
Debido a que la vida es corta, debemos vivir para Dios mientras tengamos tiempo. No desperdiciemos nuestras vidas al entregarnos a un propósito inferior sin valor perdurable. Vivamos para Dios. Él es el único que puede dar valor, propósito y significado a nuestras vidas.
Feliz día, Dios los guarde y los proteja siempre.
Un abrazo.
Pastor Kike Escobar (WMF)
Unidad Internacional de Oración (UIO)
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