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Foto del escritorPs. Kike Escobar

Valorando los buenos consejos

Proverbios 4:10-13


“Hijo mío, escúchame y haz lo que te digo, y tendrás una buena y larga vida. Te enseñaré los caminos de la sabiduría y te guiaré por sendas rectas. Cuando camines, no te detendrán; cuando corras, no tropezarás.


Aférrate a mis instrucciones, no las dejes ir; cuídalas bien, porque son la clave de la vida”.


En estos proverbios, una vez más, Salomón habla directamente con su hijo, recordándole la importancia de las lecciones aprendidas. Percibimos que Salomón recibió la satisfacción apropiada en el cumplimiento de su deber de enseñar sabiduría a su hijo, tal como su padre le enseñó a él. Esto guiaría a sus hijos hacia el futuro (cuando corras, no tropezarás).


Los padres a menudo trabajan arduamente para preparar a sus hijos para triunfar en el mundo: para correr bien en la carrera de la vida. Sin trabajar también arduamente en impartir la sabiduría de Dios a nuestros hijos, podemos hacerlos huir, pero también tropezar y ser obstaculizados. Vivir de acuerdo con la sabiduría es como caminar o correr por un camino seguro, un recorrido libre de obstáculos, de modo que el progreso sea cierto.


Debemos aprender a valorar y retener los consejos; la palabra consejo, proviene del hebreo “musar” que significa, corrección, castigo, instrucción, y disciplina. Es una advertencia. Musar aparece 50 veces en el Antiguo Testamento, 30 de ellas en Proverbios. En Proverbios 3:11, se nos urge a no menospreciar el castigo del Señor, ni cansarnos de Su corrección. Una persona malvada podría hasta morir por falta de instrucción. De ahí que musar incluya todas las formas de disciplina que se supone llevan a una vida transformada.


Nuevamente, Salomón enfatizó el valor que debemos tener para la sabiduría. Debemos considerar el amor y la búsqueda de la sabiduría como una cuestión de vida o muerte. Debemos tomar firme control de la sabiduría porque tanto trabajo nos hace soltarla.


Proverbios 4:14-19


“No hagas lo que hacen los perversos ni sigas el camino de los malos. ¡Ni se te ocurra! No tomes ese camino. Aléjate de él y sigue avanzando. Pues las personas malvadas no pueden dormir sin hacer la mala acción del día. No pueden descansar sin antes hacer tropezar a alguien. ¡Se alimentan de la perversidad y beben el vino de la violencia!


El camino de los justos es como la primera luz del amanecer, que brilla cada vez más hasta que el día alcanza todo su esplendor. Pero el camino de los perversos es como la más densa oscuridad; ni siquiera saben con qué tropiezan”.


Incluso los amigos pueden hacernos caer. Para muchos les resulta difícil aceptar que los amigos y conocidos quizás los tienten a hacer algo malo. Los jóvenes desean aceptación, por lo tanto, no quieren confrontar ni criticar a un amigo por planes o acciones erróneas. Muchos otros incluso no quieren ver cómo las acciones de sus amigos los meten en problemas. Si bien debemos aceptar a otros, necesitamos un saludable escepticismo (dudar de todo) acerca de la conducta humana. Cuando se dé cuenta de las malas influencias, proceda con cuidado. No permita que sus amigos lo hagan caer en pecado.


Salomón les dijo a sus hijos que no siguieran por la vereda de los impíos. Si nunca se ingresa en una ruta, nunca se hace necesario remediarse. La advertencia es evitar los malos caminos y los seres humanos malvados al comenzar el camino de la vida. No des el primer paso, ya que puedes no ser dueño de tu destino a partir de entonces.


El vicio y la intolerancia perjudican la salud y acortan los días de los malvados; mientras que la verdadera relación con Dios, la sobriedad y la templanza, los prolongan. La razón principal de nuestras enfermedades surge de la indolencia, la intolerancia y las pasiones desordenadas. Una buena relación con Dios, nos hace creativos y productivos, promueve hábitos sobrios y destruye las malas pasiones y armoniza el alma; y así, al prevenir muchas enfermedades, necesariamente prolonga la vida.


Nunca te asocies con aquellos cuya vida es irregular y pecaminosa; nunca los acompañes en ninguno de sus actos de transgresión. Ni vayas por el camino de los malos: si, por insensatez, se ingresa al camino de los malos, entonces nuestros pasos deberían apartarse de él pronto. Con urgencia, la sabiduría habla y dice que lo evitemos y nos alejemos de él. Cada paso más en el camino del mal hace que sea más difícil apartarse del camino de los malvados.


“Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto”: El camino de los malvados es cada vez mas oscuro. Sin embargo, el camino de aquellos que obtienen sabiduría, el camino de los justos, se vuelve más brillante. Su destino brilla como una resplandeciente promesa.


Dios los guarde y los proteja siempre.



Pastor Kike Escobar (WMF)

Fundación ONG

Unidad Internacional de Oración (UIO)

Restoration Church UK

www.kikeescobar.com

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