Juan 9:1-3
“A su paso, Jesús vio a un hombre que era ciego de nacimiento. Y sus discípulos le preguntaron: Rabí, para que este hombre haya nacido ciego, ¿quién pecó, él o sus padres? Ni él pecó, ni sus padres, respondió Jesús, sino que esto sucedió para que la obra de Dios se hiciera evidente en su vida”.
Una creencia común en la cultura judía era que la calamidad y el sufrimiento eran el resultado de algún gran pecado. Pero Cristo utilizó el sufrimiento de este hombre para enseñar acerca de la fe y glorificar a Dios. Vivimos en un mundo caído donde la buena conducta no recibe siempre una recompensa y la mala conducta no recibe siempre un castigo. Por lo tanto, los inocentes a veces sufren. Si Dios quitase el sufrimiento cada vez que lo pidiésemos, lo seguiríamos por comodidad y conveniencia, no por amor y devoción. Sean cuales fueren las razones de nuestro sufrimiento, Jesús tiene poder para ayudarnos a lidiar con él. Cuando sufra debido a una enfermedad, una tragedia o una incapacidad, trate de no preguntar: ¿Por qué me sucedió esto? Ni ¿En qué me equivoqué? Más bien pida a Dios que le dé fortaleza para la prueba y una perspectiva más clara de lo que está sucediendo.
Debemos de dejar de ponerle excusas a la vida. Dejemos de pensar en los desengaños, la injusticia y el dolor que nos causaron. Dejemos de pensar en las circunstancias adversas que podamos estar viviendo, Dios tiene algo grande para nosotros. Las peores desventajas son las que nosotros mismos nos ponemos. Existen muchas personas que están esperando que Dios las haga perfectas antes de perseguir sus sueños y propósitos. Persigamos nuestros sueños en este momento y dejemos las excusas a un lado.
Aprendamos a honrar a Dios con lo que tenemos a mano. Dios puede utilizar nuestras desventajas como lo hizo con el ciego, para realizar un milagro en nuestras vidas. Debemos aceptar que probablemente Dios no elimine nuestros desafíos, sin embargo, los utilizará para nuestro beneficio.
Jesucristo nos enseña en esta parábola que cuando tenemos un revés en nuestras vidas, no podemos amargarnos y deprimirnos, no podemos quedarnos paralizados. Nos corresponde reconocer que somos candidatos estupendos para que Dios nos muestre su favor y su bondad en dicha situación. Nuestra oración en esos momentos debe ser; “Amado Padre Celestial, estoy listo, sé que tú tienes algo grande preparado para mí. Me niego rotundamente a vivir derrotado y deprimido. Sé que esta desventaja es simplemente otra oportunidad para que tú intervengas milagrosamente en vida”.
Jesucristo curó muchos ciegos que lo eran por enfermedad o accidente, pero en esta ocasión curó a uno que lo era de nacimiento, a fin de ofrecer una muestra de su poder para prestar auxilio en casos sin esperanza. Con esto, señalaba también el poder que posee para dar la visión de la fe, por medio de Su Palabra y de Su gracia, a las almas de los pecadores, ciegos por naturaleza. Jesús mostró su compasión desde el momento en que se fijó en este hombre. Otros veían cada día a este ciego, pero no le miraban como Cristo le miró. Jesús fijó su vista en nosotros antes de que nosotros pudiésemos verle y fijar nuestra vista en Él.
Las dificultades que, se suelen presentar en nuestras vidas, tienen su solución aquí: Dios quiere mostrar así las maravillosas propiedades de Su naturaleza; Su poder, Su sabiduría, Su misericordia, Su bondad, Su paciencia, Su perdón, Su amor. Hay quienes no son movidos a la consideración de las cosas de Dios por los medios corrientes y ordinarios, pero son con frecuencia alarmados y convencidos mediante cosas no corrientes, sino extraordinarias.
Necesitamos asumir una mentalidad sin excusas. Cuando Dios coloca un sueño en nuestro corazón, también coloca una promesa en su interior. Él deposita en nosotros todo lo necesario para lograr ese sueño. Desechemos las excusas; el divorcio, una separación, la pérdida de un empleo, la pérdida de un ser querido, una crisis económica, una enfermedad, un fracaso, un pecado. No permitamos que nada nos abrume, sigamos adelante y démosle tiempo a Dios para convertir nuestras desventajas en ventajas. Amén.
Dios los guarde y los proteja siempre.
Un abrazo.
Pastor Kike Escobar (WMF)
Unidad Internacional de Oración (UIO)
Restoration Church UK
www.kikeescobar.com
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